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Massa enfría su acercamiento con Vidal y aún negocia con el kirchnerismo

04 de junio de 2019


Sergio Massa y María Eugenia Vidal juegan a las escondidas. Los dos estaban cerrando un acuerdo con benefició mutuo, y ahora los dos le bajan el precio a un pacto electoral que estaba al borde del anuncio público. Massa aceptaba llevar en su boleta a la gobernación a Vidal, si era candidato a presidente por Alternativa Federal, y la mandataria bonaerense colocaba en sus listas a los legisladores y concejales del Frente Renovador que terminan su mandato a fin de año.

"No aceptamos a Vidal en una colectora. Nosotros tenemos un proyecto que es crítico del gobierno de Mauricio Macri, y la gobernadora Vidal integra ese proyecto", aseguró Diego Bossio, jefe de campaña de Massa, cuando Infobae le preguntó sobre el acuerdo que negociaban la gobernadora de Cambiemos y el candidato a presidente del Frente Renovador.

–Entonces, ¿ya descartaron que Vidal sea una colectora de Massa?–insistió Infobae.

–Nosotros estamos trabajando para construir una nueva mayoría para ganarle a Mauricio Macri. Hicieron un decreto para terminar con las colectoras y después lo derogan… Entonces: ¿Quién es el ventajita?— se preguntó irónico Bossio, en obvia referencia Marcos Peña, jefe de Gabinete, que connota de esa manera a Massa en la intimidad de los despachos oficiales.

La negativa de Bossio contrasta con el optimismo que hasta hace pocas horas se podía leer en los chats que se escribían desde La Plata. En el círculo más cercano de Vidal se juraba que estaba previsto un encuentro reservado entre ambos líderes políticos. "La reunión con Massa es las tres de la tarde", prometían en las cercanías de la gobernadora bonaerense.

"No hay nada, es todo un bluff político", replicaban desde el bunker de Massa en la Avenida Libertador. Y cuando la hora del cónclave se acercó, el ex jefe de Gabinete fue terminante a través de su cuenta en Twitter: "No tengo prevista ninguna reunión con la Gobernadora Vidal. Sería bueno que los funcionarios del Gobierno Nacional dediquen su tiempo a gobernar", castigó Massa desde su casa en el Tigre, adonde guarda reposo por una gripe inesperada.

Al margen de las chicanas mediáticas, las negociaciones existieron entre ambas partes. Vidal y Massa ya han cerrado un puñado de acuerdos en la legislatura bonaerense y la Danza de las Colectoras es un capítulo más de una relación personal que se inició tras la crisis institucional que arrasó con la presidencia de Fernando de la Rúa.

En este momento hay un impasse en la negociación que se extenderá hasta que Vidal regrese de su viaje relámpago a Colombia. "A nosotros nos servía que un candidato opositor apoyara a María Eugenia, pero si no se da este acuerdo, nosotros seguimos. No tenemos ningún problema", sintetizó un referente de Cambiemos que conoce la entretela de la pulseada electoral con Massa.

La suerte de Vidal

Vidal propuso en Balcarce 50 desdoblar las elecciones de la provincia de Buenos Aires para evitar que la caída de Mauricio Macri en la opinión pública afecte sus posibilidades de obtener la reelección como gobernadora bonaerense. Marcos Peña y Macri, juntos y por separado, rechazaron la táctica electoral de Vidal y explicaron que todo el poder de fuego debía concentrarse en la reelección presidencial.

La negativa del Presidente y del jefe de Gabinete dañaron la relación política con Vidal, pese a su lealtad personal con Macri y los años de militancia junto a Peña. Vidal se encontraba un laberinto y asumía que su destino en Buenos Aires podía encallar por la voracidad de Cristina Kirchner.

Hace siete semanas, Macri firmó un decreto clausurando la posibilidad de habilitar colectoras electorales, una argucia jurídica que le permitió a Gerardo Morales alcanzar la gobernación de Jujuy. En 2015, Morales fue "colgado" de las candidaturas presidenciales de Macri y Massa, derrotando al peronismo jujeño.

CFK estaba negociando con el justicialismo federal un acuerdo político que le hubiera permitido colgar de su propia candidatura a los candidatos a gobernador de otros partidos, una posibilidad que Macri enterró con ese decreto presidencial firmado a solicitud de Vidal.

Los últimos sondeos de opinión sostienen que Macri está perdiendo en la primera vuelta y que este resultado complica las posibilidades de Vidal en la provincia. Es decir: si Macri pierde, Vidal no logra la reelección. Y si Vidal no logra la reelección, sería harto difícil que Macri derrote a Alberto Fernández en el balotaje.

Ante este complejo panorama electoral, Vidal inició una silenciosa negociación con todos los referentes de Alternativa Federal. Y en pocos días obtuvo el respaldo de Schiaretti, Urtubey y Pichetto. A Massa no le disgustó la idea, pero el ex jefe de Gabinete tiene fascinación por el zigzag político.

La oferta de Vidal frente a los líderes de Alternativa Federal se articuló sobre dos puntos básicos: ella va "colgada" de la candidatura a presidente de Alternativa Federal que surja de las PASO y los cuatro referentes de esa coalición política tienen la posibilidad de integrar las listas a legisladores provinciales y concejales municipales con sus propios candidatos.

Massa es el referente de Alternativa Federal que más votos tienen y ahora congeló las conversaciones con Vidal. El exdiputado nacional aún coquetea con la fórmula Fernández y Fernández, pese a que al otro lado del río ya han dilatado la negociación. Massa causa mucha reticencia entre los intendentes K del conurbano y lo que está pidiendo es demasiado acorde a la perspectiva de Cristina y su candidato Alberto.

A través de un ministro de confianza, Vidal ofreció a Massa evitar la competencia en las intendencias que pertenecen al Frente Renovador -10, en total–, y poner sus propios candidatos –de manera proporcionada– en las listas a cargos electivos en la provincia.

Como retribución política, Massa debería aceptar que Vidal se "cuelgue" de su candidatura presidencial si triunfa en las PASO de Alternativa Federal, y archivar todas las candidaturas a intendente que pensaba lanzar en las intendencias que detenta Cambiemos en la provincia de Buenos Aires.

Así era el toma y daca entre los negociadores, hasta que todo quedó suspendido en el tiempo.

Sapos amarillos

Macri y Massa se odian mutuamente. Y Peña siempre descartó cerrar una alianza electoral con el líder del Frente Renovador. Pero el Gobierno necesita la reelección de Vidal, y ante esta compleja situación electoral se aceptó en Balcarce 50 la estrategia de la gobernadora para derrotar a la fórmula Kicillof- Magario.

En este sentido, el Presidente no tendrá ningún inconveniente en firmar un nuevo decreto que postergue por dos años la eliminación de las colectoras electorales. De esta manera, Macri apoya el acuerdo cerrado por Vidal aunque implique beneficiar a Massa y exhibir posiciones políticas contradictorias.

Massa ahora está en un complejo dilema político: apuesta por su candidatura presidencial en Alternativa Federal con la colectora de Vidal, o juega al lado de Fernández y Fernández que ya tienen a Kicillof y Magario como fórmula en la provincia de Buenos Aires.

Vidal espera una respuesta definitiva de Massa, que aún cavila sobre su destino político. Todavía no se definió, y espera una señal de Alberto Fernández, que sigue en reposo médico con su propia agenda electoral.