La Cámara de Diputados de Santa Fe dio media sanción a un proyecto de ley que establece la figura de la “Hora Silenciosa” en locales comerciales, buscando generar entornos más tranquilos e inclusivos para personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA) y otras condiciones del desarrollo. El diputado provincial Dionisio Scarpin explicó que la iniciativa, impulsada por la asociación civil Comprendiendo el Autismo, se basa en experiencias ya implementadas en ciudades como Avellaneda y Reconquista.
El proyecto, que ahora deberá ser tratado por el Senado, propone que los comercios acondicionen sus locales durante al menos una hora, dos días a la semana, para que las personas con TEA puedan realizar sus compras sin que la experiencia sea “una pesadilla”, sino que puedan “disfrutar” del paseo.
¿En Qué Consiste la Hora Silenciosa?
La medida busca reducir los estímulos sensoriales que pueden ser abrumadores para las personas con TEA. El acondicionamiento del local comercial incluye:
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Bajar las luces.
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Apagar la música y los televisores.
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Evitar ruidos fuertes.
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Capacitar al personal del comercio.
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Poner una caja a disposición exclusiva de estas personas.
Scarpin subrayó que el proyecto no hace obligatoria la “Hora Silenciosa”, sino que la establece de manera optativa y voluntaria. Sin embargo, se mostró convencido de que, si se conoce y se promueve a través de la Secretaría de Comercio Interior, habrá muchos más locales que se sumen a la propuesta.
Experiencias Exitosas y Beneficios
El diputado mencionó que en las localidades donde ya se implementó la experiencia, los resultados han sido “muy buenos”. Scarpin explicó que se trata de permitir que estas personas puedan realizar actividades cotidianas, como ir de compras, que de otra forma no les sería posible.
Respecto a la adaptación de la iniciativa, detalló que cada ciudad puede ajustar los días y horarios según su propia idiosincrasia. Por ejemplo, en algunos lugares se realiza durante la siesta, cuando menos gente concurre.
Además, Scarpin destacó que la iniciativa no tiene costos adicionales para la Provincia, más allá del registro y la promoción, ni para el comercio, ya que solo requiere adecuar las condiciones en el momento y capacitar al personal. Lo consideró una “cuestión de responsabilidad social empresaria“.


