Una fiscal de México tenía previsto pedir órdenes de captura contra responsables de un incendio que mató a 39 personas en un centro de detención de migrantes en la norteña Ciudad Juárez, fronteriza con Estados Unidos.
Autoridades dijeron el miércoles que ocho personas, incluyendo empleados o funcionarios, estaban siendo investigados por posibles delitos en relación al hecho, tras viralizarse un video que muestra que guardias no dejaron salir a las víctimas al empezar el fuego.
El incendio, en el que resultaron heridas 29 personas, se desató la noche del lunes cuando migrantes alojados en instalaciones del Instituto Nacional de Migración (INM) prendieron fuego una pila de colchones en protesta por su posible deportación.
Un video del momento del incendio muestra a los guardias alejándose rápidamente del fuego sin intentar liberar a los detenidos, en su mayoría provenientes de Guatemala, Honduras, Venezuela y El Salvador.
“Ninguno de los servidores públicos ni de los policías de seguridad privada realizaron alguna acción para abrirles la puerta a los migrantes", afirmó la noche del miércoles la titular de la Fiscalía Especializada en Derechos Humanos, Sara Herrerías Guerra.
La funcionaria anunció que pediría este jueves a los tribunales cuatro órdenes de captura por los delitos de "homicidio, lesiones y abuso de autoridad".
Explicó que una de ellas será en contra de una persona migrante señalada por iniciar el fuego dentro de la estación migratoria, a quien ya se tiene localizada; dos contra personal de migración y una contra un guardia de la empresa de seguridad privada.
Herrería Guerra precisó que el caso es investigado “por el delito de homicidio y daño en propiedad ajena”, aunque advirtió que “de acuerdo a las investigaciones se analizarán otros delitos”.
Más temprano, la Secretaria de Seguridad Ciudadana de México, Rosa Icela Rodríguez, dijo que se había identificado a ocho personas como posibles responsables del incendio.
Ellos son dos agentes federales, un empleado del Instituto Nacional de Migración (INM), el organismo del cual dependía el centro de migrantes, y cinco empleados de seguridad privada, dijo.
Rodríguez reprobó "la mala actuación de los servidores" públicos y aseguró que "no se ocultarán los hechos ni se protegerá a nadie", informó la agencia de noticias Europa Press.
Las autoridades de inmigración dijeron que liberaron a 15 mujeres cuando estalló el incendio, pero no explicaron por qué no dejaron salir a ningún hombre.
Los migrantes vienen acumulando frustración e ira desde hace varias semanas porque no logran conseguir un turno online para presentar sus solicitudes de asilo en Estados Unidos a través de una aplicación llamada CBPOne, con la que Washington otorga algunas exenciones a las restricciones de asilo.
Según el Centro Strauss para la Seguridad y el Derecho Internacional, Estados Unidos ha estado admitiendo alrededor de 740 migrantes a diario en cruces terrestres a través de la aplicación, 80 de ellos desde Ciudad Juárez, que limita con la ciudad estadounidense de El Paso, Texas.
Sin embargo, para muchos resulta difícil conseguir la cita: “La aplicación nunca nos da una fecha", se quejó la migrante venezolana Victoria Molina, de 24 años, según la cadena de noticias CNN.
El miércoles, varios cientos de migrantes cruzaron el Río Grande, que separa México de Estados Unidos, y se acercaron a una puerta esperando ser admitidos.
Cincuenta de ellos se acercaron al personal de la Patrulla Fronteriza y se quedaron esperando sentados en el suelo hasta que la mitad del grupo fue conducido en fila india hacia el otro lado de la frontera y subido a un micro escolar blanco que poco después abandonó el puesto fronterizo.
Muchos migrantes quedan atrapados en Ciudad Juárez porque las políticas de inmigración de los Estados Unidos no les permiten cruzar la frontera para presentar solicitudes de asilo.
Los que estaban en el centro que se incendió habían sido detenidos por la Policía días antes tras denuncias de residentes de Ciudad Juárez de haber sido agredidos por migrantes que bloqueaban las calles o les pedían dinero.
“Había varias denuncias de vecinos sobre un grupo de migrantes, no sabemos si era este grupo u otro, que supuestamente estaba actuando de manera agresiva, pidiendo dinero a la gente en la calle, exigiéndolo”, dijo Rodríguez.
Ya a principios de este mes se acumularon cientos de migrantes, en su mayoría venezolanos, en el puente que cruza a El Paso, Texas, siguiendo unos rumores acerca de que Estados Unidos abriría la puerta, algo que finalmente no sucedió.
Luego de ese episodio, el alcalde de Ciudad Juárez, Cruz Pérez Cuéllar, inició una campaña para informar a los migrantes que había lugar en los albergues y que no era necesario mendigar en las calles.
El miércoles, el alcalde dijo que no recibió denuncias de abuso en los centros de detención y aseguró que su Gobierno no era responsable por lo sucedido.
Fuente: Telam