En diálogo con Guillermo Tepper y Osvaldo Medina en el programa Par de Ases, la abogada a Paula Condrac, de la Mesa Ni Una Menos y la Multisectorial de Mujeres de Santa Fe, se refirió al polémico fallo del juez Rodolfo Mingarini que, ante la ausencia del representante de la Cámara de Diputados Maximiliano Pullaro, decidió posponer hasta el 7 de septiembre la decisión de abrir el proceso al magistrado conocido haber dejado en libertad a un acusado de violación porque usó un preservativo.
"Insistimos bastante, desde que se conoció que sería el enjuiciamiento que no fue, en este dogma tan potente e impenetrable de la Corte Suprema de Justicia en relación a los fallos. Es muy difícil que un juez sea destituido por el contenido de sus fallos porque la Corte señala que hay un sistema escalonado y que este fallo puede ser revocado y anulado. Por lo tanto, no se habría constituido un daño a la sociedad. Es una cuestión relativamente cierta, y digo relativamente porque recuerdo el fallo del juez Oliva de Rafaela que da vuelta una sentencia de un juez de primera instancia que había condenado a un femicida preterintencional, queda suelto y cuatro años después la Corte anula el fallo, tuvimos cuatro años un femicida suelto. Por lo que este dogma tan incuestionable tiene pies de barro. De todas maneras, no nos metemos con el contenido del fallo, alertamos que puede tener consecuencias nefastas".
"Entendemos que el problema reside en la falta de capacidad del juez Rodolfo Mingarini para realizar un razonamiento jurídico eficaz y conforme a derecho con miras de perspectiva de género. No es algo que se nos ocurrió a nosotras, que un día nos levantamos pensando eso, hace al bloque constitucionalidad y convencionalidad de nuestro país; hay tratados internacionales que son de fines de los años 70, leyes nacionales, como la Ley Micaela. Mingarini arrasa con todo esto, no solo con el fallo escandaloso, hay al menos cuatro fallos del mismo tenor, uno de ellos el fallo Baldomir. Este escándalo social que produce tiene que ver con que el razonamiento que produce Mingarini ante un imputado y una víctima, cualquiera que sea, no tiene el estándar mínimo de derechos humanos de las mujeres", explicó.
"Mingarini construye una víctima perfecta, que es una mujer muerta. Sobreviviente en el mejor de los casos; todo el tiempo trabaja con estereotipos de género y eso constituye un daño potencial inmenso", aseguró. Además, dijo que produce un efecto contrario al de Thelma Fardin, que tras su denuncia muchas mujeres se animaron a denunciar: "Esto que hace produce subdenuncias, quién va a denunciar si se quedó aterrorizada y no pudo reaccionar, para qué voy a denunciar si no me van a creer", sostuvo.