Hay pocas melodías tan reconocibles en la historia del cine como el tema principal de Misión Imposible. Desde la serie original de los años 60 hasta las películas protagonizadas por Tom Cruise, esa música es sinónimo de adrenalina y tensión.
Sin embargo, lo que muchos desconocen es que la composición no solo es pegadiza, sino que esconde un mensaje cifrado. El autor de esta genialidad es el pianista y compositor argentino Lalo Schifrin, quien diseñó la pieza basándose en un lenguaje propio de los espías.
Un guiño en código morse
El secreto está en el ritmo. La base de la canción utiliza el código Morse para deletrear las iniciales de la franquicia. El patrón rítmico se compone de dos notas largas seguidas de dos notas cortas.
En el código Morse, la letra “M” se representa con dos rayas (notas largas) y la letra “I” con dos puntos (notas cortas). De esta manera, el compás de la música está repitiendo constantemente “M.I.” (Misión Imposible) durante toda la introducción.
El sello argentino
Lalo Schifrin, nacido en Buenos Aires, explicó en varias ocasiones que buscaba un sonido que fuera inconfundible y que generara ansiedad en el espectador. Para lograrlo, utilizó un compás de 5/4, una métrica poco común en la música popular que rompe la estructura habitual de cuatro tiempos, generando esa sensación de que “falta algo” o de urgencia constante.
Este recurso, sumado al mensaje oculto en Morse, convirtió a la banda sonora en una pieza maestra que trasciende generaciones. Más allá de las escenas de acción y los dobles de riesgo, el verdadero ADN de Misión Imposible siempre estuvo en su partitura.


