Romina Ester Leiva, de 39 años, falleció ayer por la tarde en el Hospital José María Cullen donde se encontraba internada desde el 10 de marzo con el 80% del cuerpo quemado.
La mujer fue rociada con combustible y prendida fuego por su propio hijo luego de incendiar un vehículo en medio de una discusión familiar en Bella Italia; fue trasladada al hospital de Rafaela pero la trasladaron de inmediato a Santa fe debido a la gravedad de las heridas.
El joven de 23 años, el mayor de cinco hijos, huyó en moto y fue detenido el 11 de marzo en Frontera y se encuentra con prisión preventiva desde entonces, imputado por el delito de homicidio agravado por el vínculo y por mediar violencia de género.