Una mujer que residía en la Villa 31 del barrio porteño de Retiro murió este sábado por coronavirus. Se trata de la primera muerte registrada en ese asentamiento. Tenía 84 años. Hasta hoy, a nivel nacional, los fallecidos por COVID-19 habían ascendido a 229.
En Capital Federal, la curva de contagios continúa creciendo. La pandemia se hace sentir mucho más en los barrios y asentamientos, lo que despertó alarma entre los vecinos y las autoridades del gobierno porteño. La Villa 31, donde hay más de 40 mil habitantes, y la 1-11-14 de Bajo Flores, donde viven más de 53 mil personas, son las que presentan los niveles más elevados de infectados.
En los sectores vulnerables el distanciamiento físico resulta muy complicado de cumplir. A eso se le agrega las interrupciones ocasionales del suministro de servicios. En los últimos días, vecinos, referentes barriales, organizaciones sociales y un puñado de legisladores denunciaron falta de agua potable y cortes de luz.
Ambas problemáticas agravan la situación de las barriadas donde también preocupa el avance del dengue y donde las condiciones ambientales y habitacionales provocan que el acatamiento del aislamiento obligatorio establecido por Alberto Fernández desde fines de marzo opere de una manera muy particular, en una suerte de “cuarentena comunitaria”.
Frente a esta realidad, el propio jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, reconoció que trabaja para aminorar el impacto. “El aumento de casos va a llegar y el objetivo es prever y reducir su impacto con el cuidado de todos y en especial de los adultos mayores. Necesitamos que nos sigan acompañando en el uso de barbijos, el aseo, distanciamiento social y salir lo mínimo indispensable y apelamos a la responsabilidad individual”, pidió.
A raíz de esto, las autoridades reforzaron las cuatro líneas de acción orientadas a mitigar el impacto del virus. Se repartieron folletos en la modalidad “bajo puerta” para evitar contacto entre las personas y se comunicaron las medidas de prevención vía redes sociales y grupos de WhatAapp a cargo de los referentes de cooperativas barriales. También se implementaron acciones en radios comunitarias y a través de instituciones religiosas y los curas villeros.
Además, se realizan recorridas territoriales con megáfonos por las calles internas de los barrios y se articuló la comunicación con comedores barriales para que entreguen material de difusión junto a las raciones de comida. En todas esas oportunidades se aprovechó para informar sobre la prevención del dengue.
Fuente: Infobae