El nivel del río Paraná en la ciudad de Santa Fe registró un pronunciado ascenso durante los últimos días. Este viernes, la Prefectura Naval Argentina midió 2,18 metros en el hidrómetro ubicado en el Dique 2 del Puerto local.
El repunte fue repentino, ya que el pasado 15 de octubre el nivel se encontraba en 1,62 metros. En aproximadamente una semana, el río subió más de medio metro, atravesando la barrera de los dos metros.
Arrastre de camalotes
Como producto de este repunte, en la orilla de la laguna Setúbal y el río Santa Fe se observaba por estos días una mayor presencia de camalotes y otra vegetación acuática.
La corriente arrastra esta vegetación, que se desprende de las orillas, río abajo, tiñendo el agua de un color marrón producto de limos y arcillas.
Cómo seguirá la tendencia
Para los próximos días, los pronósticos indican que el río continuará con la actual tendencia en ascenso, aunque de forma leve. Se espera que la semana próxima alcance un nivel cercano a los 2,50 metros.
Sin embargo, las estimaciones señalan que hacia principios de noviembre el Paraná comenzaría a descender levemente otra vez.
Contexto de aguas medias bajas
A pesar de esta subida, el Paraná se encuentra en lo que los hidrólogos califican como “aguas medias bajas”. Cabe mencionar que el nivel de alerta en la ciudad se activa recién a los 5,30 metros, y el de evacuación es de 5,70 metros.
El último pico de ascenso del Paraná en Santa Fe había sido el 12 de julio pasado, cuando alcanzó los 2,85 metros. El pico máximo de los últimos 12 meses se registró el 27 de diciembre del año pasado, con 3,38 metros.
La mirada sobre la cuenca
Según el último boletín del Instituto Nacional del Agua (INA) y el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), el sistema fluvial de la Cuenca del Plata se encuentra mayoritariamente en aguas bajas, con caudales por debajo de los valores normales.
El aporte desde el Alto Paraná y el río Iguazú sigue siendo limitado. La perspectiva climática indica una probabilidad cercana al 70% de que se consolide una fase fría de tipo La Niña hacia fin de año, lo que podría traducirse en menores precipitaciones sobre el Litoral y la persistencia del escenario de bajante.


