La Escuela N.º 38 “Brigadier Estanislao López” se convirtió nuevamente en escenario de la desesperación por la inseguridad en Santa Fe. Alumnos y alumnas de la institución decidieron pasar a la acción y pegaron cartulinas en el ingreso del edificio para exigir seguridad y pedir el fin de los robos que azotan al establecimiento. Este gesto fue calificado por referentes de la ciudad como un hecho pocas veces visto en la historia educativa local.
El gesto de los estudiantes fue la reacción inmediata al último ataque delictivo. Los carteles, escritos a mano con marcadores, transmitían la frustración de la comunidad con mensajes directos como: “No queremos más robos”, “No podemos más”, “Es mi escuela y la quiero” y “Respeta por favor”.
Tercer Robo en Quince Días: Un Patrón Delictivo Constante
El reclamo de los alumnos se produce apenas horas después del último hecho delictivo, registrado este miércoles a las 2:15 de la madrugada. Según el informe policial, dos personas ingresaron al predio y huyeron al ser advertidos por el sereno4. Posteriormente, una joven de 25 años fue aprehendida en la zona de Güemes y Padre Genesio, mientras que el segundo sospechoso logró escapar.
Este es el tercer episodio en dos semanas que mantiene en alerta a familias y docentes. La seguidilla delictiva contra la Escuela N.º 38 incluye:
-
Ingresos nocturnos y la destrucción de materiales.
-
El hurto de equipamiento escolar, con la sustracción de 12 canillas de bebederos, herramientas, utensilios de laboratorio y frascos de trabajo.
-
El robo de una placa histórica del rancho escolar, considerada un símbolo patrimonial de las primeras construcciones del establecimiento.
-
En uno de los robos previos, se registró un episodio insólito: los delincuentes comieron y bebieron dentro del predio.
Malestar por la Falta de Respuestas Policiales
El malestar de la comunidad educativa es notorio, dado que los robos se repiten pese a los reiterados pedidos de vigilancia. “Es una vergüenza que esto suceda siendo que está la comisaría casi enfrente y no hacen nada. No se sabe a quién reclamarle”, expresaron desde la escuela.
La institución, a la que asisten más de 750 estudiantes , exige cambios visibles en la vigilancia policial, ya que los constantes ataques están generando el agotamiento de una comunidad que ya no encuentra respuestas.
