Por más que la decoración Navideña y las luces están aún en pie en New York City, no pueden atenuar la sensación de alarma que la variante ómicron viene causando.
“Últimamente hemos tenido muchos resultados positivos, ha incrementado y las filas la verdad que están imparables”, dice a RFI con triple máscara y visor, la ecuatoriana Kathya Icaza, de 27 años quien realiza una tras otra prueba PCR en la zona de Union Square. “Nosotros empezamos a las 9 de la mañana pero cuando llegamos ya la gente ya está haciendo fila. ya la fila llega hasta la otra cuadra”.
“Hasta ahora ya me hice dos PCR, esta de hoy es la tercera, y no recibí ningún resultado, eso te muestra la cantidad de pruebas que se están analizando. los laboratorios están colapsados y todo está frenado” dice a RFI Cooper Kwan quien es barman y está frustrado. le avisaron que estuvo expuesto a un contagiado y busca, sin éxito, un lugar donde hacerse la prueba rápida.
Frente al majestuoso Hotel Plaza, bajo un toldo de plástico con la leyenda COVID TEST en enormes letras negras, Luis González pone todo en orden para irse luego de haber hisopado a cientos de personas.
“Somos como una mina de oro; tanta gente nos necesita en este momento. para ser honesto, sí, están con miedo”, dice a RFI Luis González. “Están con miedo de contagiarse ahora que están viendo a sus familias y tanta gente me ha dicho que han estado en contacto con alguien que tiene covid por eso se hacen la prueba”.
Hay más de 14 mil nuevos casos diarios en la ciudad y frente a este panorama, comienza a regir ya mismo la vacuna obligatoria para los empleados del sector privado, una medida impulsada por el alcalde Bill de Blasio, que está en sus últimos días en el cargo.
En los pasillos de Bloomingdale's, los empleados conversan. La gerencia de la empresa -de unos 8000 empleados- anunció que cumplirá con el mandato y YA no permitirá el ingreso a la tienda de los trabajadores que no estén vacunados. Los únicos exceptuados son quienes ya comunicaron la fecha para su segunda dosis o quienes presentaron y documentaron motivos médicos o religiosos.
Un empleado lleva en su bolsillo una carta del Sindicato y se la lee en voz alta a sus compañeros: “El sindicato no quiere que ustedes se resistan a la medida ni enfrenten sanciones. En este momento, en Bloomingdale's, rige la política de vacunación”. Lo que quiere decir esto, básicamente, es: vacúnate ya!”
Se espera que unas 184 mil empresas cumplan con el mandato y la municipalidad les ha ordenado colocar un letrero visible al público que notifique a los neoyorquinos del cumplimiento.
Fuente: RFI