Esta madrugada, alrededor de las 5,45, se produjo una nueva revuelta de presos dentro del penal de la Comisaría 12° de la ciudad de Santo Tomé, donde los policías frustraron una fuga masiva y el descontento de los internos los llevó a incendiar colchones, atentando en primera instancia contra su propia vida.
La capacidad logística operativa del penal de esa dependencia policial es para 16 personas, y generalmente esa capacidad está al menos duplicada, cuando no en vías de su triplicación. El hacinamiento y la ausencia absoluta de dignidad en el alojamiento de seres humanos produce hechos de estas características violentas e impredecibles, aún suicidas.
El prender fuego en colchones de poliuretano expandido produce un humo tóxico altamente letal para la vida. Estuvieron en riesgo todos los presos alojados en la Comisaría 12° y todos los policías y bomberos que actuaron en el procedimiento.
La causa de la revuelta
Los celadores policiales del tercio de guardia de la Comisaría 12° de Santo Tomé que está ubicada sobre calle Libertad al 2500 fueron los que estaban realizando el recuento de aprehendidos para saber sobre la totalidad de los alojados y su estado antes de entregar el tercio de guardia a los policías para el relevo, cuando uno de los agentes observó la existencia de tres teléfonos celulares con los cargadores enchufados en los tomacorriente, e intentaron secuestrarlos.
Rejas violentadas
Esa situación produjo un descontento generalizado de todos los presos alojados en el penal que la emprendieron contra una de las puertas del penal, a la que lograron descalzar de las bisagras y avanzaron sobre los pasillos en los que estaban los policías, y éstos tuvieron que correr a un corredor con otra reja, para salvaguardar su integridad personal, que a su vez se colocaron en la última abertura para resistir una segura fuga masiva de detenidos, y pidieron refuerzos a otras dependencias policiales mediante la radiofrecuencia policial.
El incendio sobreviviente
Como consecuencia de la imposibilidad de fuga por la resistencia de los policías, la totalidad de los presos se amotinó y comenzó a encender colchones. Las mortales emanaciones que produce el incendio de la espuma de los colchones que es poliuretano expandido, con riesgo de muerte para los propios detenidos y para los policías, motivó la llegada de los bomberos policiales en una autobomba que rápidamente extinguieron el foco ígneo. Simultáneamente también llegaron los agentes del Cuerpo Guardia de Infantería CGI, que contuvieron con disparos de posta de goma la avanzada de los internos.
Repliegue acordado
Finalmente, jefes policiales y representantes de los presos, dialogaron para que estos últimos depongan la actitud de beligerante violencia, y finalmente se acordó resolver la cuestión de una manera más tranquila y armónica. En ese momento llegaron los familiares de las personas que están detenidas reclamando a viva voz por la seguridad de los suyos. Mientras tanto, y como parte del trato, los internos comenzaron con la limpieza de los destrozos que produjeron.
Un vecindario castigado
Calle Libertad al 2500 en una barriada de la ciudad de Santo Tomé, a esta altura absolutamente agobiada por los persistentes hechos de violencia que involucran a presos y policías, y que en definitiva le hacen la vida imposible al vecindario, los que a su vez viven aterrorizados pensando que un día en una fuga de presos, alguno de ellos terminé dentro de su vivienda familiar y haciéndolos sus rehenes.
Según indicaron desde la dependencia policial que "fue de tal magnitud el abordaje violento sobre la ventana del penal que en un momento dado se tuvieron que efectuar disparos con escopetas con cartuchos anti tumulto, para alejarlos de la ventana".
Una vez controlado el fuego y los disturbios, el jefe de turno negoció "la calma" de los internos, quienes procedieron a limpiar el desorden y los objetos rotos.