El padre Axel Arguinchona hizo referencia a la Semana Santa y en su contexto, a la situación de pobreza cada vez más arraigada en la sociedad argentina, teniendo en cuenta por ejemplo que Santa Fe es uno de los cuatro conglomerados con mayor indigencia.
El sacerdote sostuvo que “hablaron de un 41,7% de la población pobre, pero esos son números del año pasado, en estos tres meses esto se incrementó y es terrible y asusta. Mucho más complejo es cuando uno ve la realidad. Se palpa en la calle. Cómo la gente busca, con los carritos, para comer, gente jubilada que no tiene lo necesario para una vida digna, la economía no se centra en las personas, sino en los números, ahí está el problema” indicó el párroco.
Luego agregó que “es preocupante, tenemos que recordar que no hay soluciones mágicas, la economía no tuvo como centro a las personas, la esperanza es la virtud de los tiempos difíciles, no hay que bajar la guardia, no hay que perder la fe, la oración es fundamental, convierte corazones, la buena voluntad y aquellos que tienen que tomar decisiones, no deben cerrar sólo déficits sino que la gente tenga para vivir con dignidad”.
En cuanto al contexto de pobreza urbana, Arguinchona contó que “hay gente que no tiene fe pero se acerca a Cáritas para ayudar. La solución de fondo pasa por los que no toman las decisiones. Son años de decadencia, pero hay que ir por la fraternidad y el bienestar de la gente” y agregó que “en los barrios se ve que alcanza todo menos, es muy triste ver en lugares de Santa Fe, que no son barrios marginados, no les alcanza para nada, pero buscan ayuda para comida y medicación aun teniendo sus casitas. En los barrios más necesitados, antes había un par de comidas, ahora, apenas alcanza para una”.
Sorprendido por el hecho de que Santa Fe esté entre los cuatro lugares con más índice de pobreza, el carismático sacerdote indicó que “es una provincia tan productiva… en el país le podemos dar de comer a cientos de millones, pero no alcanza para los casi 50 millones que tenemos, falta política de Estado y que trabajen por el bien común. Hay más tristeza y más desesperación, se nota mucho”.
En cuanto a una reflexión y mensaje por la Semana Santa, el religioso expresó que “es una Semana Santa donde se revive la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, hay que cambiar el mal con el bien, la mentira con la verdad, las divisiones con la misericordia y el perdón. Podemos hacer un mundo mejor si lo construimos como hermanos, a no bajar los brazos, pidamos a Dios para que los gobernantes nos den una vida digna, siempre basados en la fe y la misericordia de Jesús. María y José”.