El Ibuprofeno Inhalado o Ibuprofenato es un medicamento que en algunos lugares se utiliza en pacientes con Covid-19 y ha mostrado resultados alentadores. Es por eso que un grupo de personas de la provincia elevó una carta al Ministerio por intermedio de la Defensoría del Pueblo para que habiliten su uso en Santa Fe.
Sobre este tema estuvo hablando ayer Leandro Drivet en el programa Veníamos Bien. Drivet Comunicador Social e Investigador del Conicet y fue uno de los redactores de una nota elevada al Ministerio de Salud de la Provincia en la que se le solicitó la habilitación del uso de este medicamento. Marcaron como antecedentes las provincias de La Rioja y Córdoba donde ya se hizo un pedido similar con resultados satisfactorio. Además, el ibuprofeno inhalado también se usa en Buenos Aires, Mendoza.
"Los primeros reportes médicos muestran resultados muy positivos. Hay 200 pacientes tratados con esta medicación que habrían recuperado muy rápidamente sus niveles de oxigenación y habrían podido desprenderse de su dependencia de oxígeno, además reduciría el tiempo de internación por lo que contribuiría a que el sistema esté menos estresado de lo que ya está", contó Drivet en la pantalla de Veo.
Este medicamente, que se produce en Córdoba, hoy no se puede conseguir en nuestra provincia ya que la ANMAT prohíbe el tránsito interjurisdiccional del mismo.
Más adelante, Drivet aclaró cuál es la razón por la cual su uso todavía no está habiliado. "La objeción más frecuente que fundamenta la resistencia es que esta medicación no está debidamente aprobada, que no se han realizado los estudios clínicos que se consideran el estándar científico para aprobar su seguridad y su eficacia. Esto es cierto y por eso se pide la autorización del uso compasivo".
No obstante, dijo, este medicamento podría ser una herramienta más a la hora de tratar a los pacientes sin que ello conlleve un riesgo legal para los médicos. "La solicitud de esta autorización lo que busca es resolver esa contradicción que existe entre los principios éticos que orientan la acción médica y el marco legal muy limitado con el que se manejan. Esa contradicción de no estar autorizados pero de tener un mandato ético de buscar cualquier alternativa para para procurar el beneficio del paciente. Esa contradicción que nosotros podemos entender, podemos pensar desde nuestras casa, ellos –el personal de la salud- lo experimentan de manera desgarradora cada día cuando un paciente se les va de las manos".
"Esto no es una solución milagrosa pero es una herramienta más que podría estar en manos del personal de la salud", cerró.