Laura Milesi, directora del Centro de Día de la Asociación Civil Kairós Ocupacional, explicó la delicada situación que atraviesa la institución debido al congelamiento de los aranceles del nomenclador nacional. La entidad brinda atención a 34 jóvenes mediante dos servicios: un Centro Educativo Terapéutico por la mañana y un Centro de Día por la tarde, con un equipo de 16 profesionales. Sin embargo, ante la falta de recursos suficientes, han debido recortar horas profesionales y actividades comunitarias esenciales para el desarrollo de los jóvenes.
La gravedad de la situación ha llevado incluso a considerar el cierre del espacio. “Es la primera vez en 15 años que se piensa en cerrar una institución”, expresó Laura, quien remarcó que el impacto no solo afecta a los usuarios del servicio sino también a las fuentes laborales. La precarización, asegura, es el único camino que encuentran para mantener las puertas abiertas en medio de una creciente inflación y con mayores responsabilidades salariales.
El sector espera con ansiedad la aprobación de la ley de emergencia en discapacidad, que podría destrabar parte del conflicto. “La ley permitiría ajustar los aranceles al índice de inflación, algo indispensable para sostener el servicio”, remarcó. De no prosperar, advirtió, muchas instituciones podrían no tener más opción que cerrar definitivamente.


