Luego de un año sin trabajar, los propietarios de boliches de la ruta 168 manifiestan preocupación por la difícil situación que están atravesando desde el comienzo de la pandemia, y no ven posibles perspectivas de abrir en lo inmediato.
"Es imposible tener un negocio y no poder trabajar hace un año. La situación realmente está crítica, fundidos, con problemas laborales e inmersos en un contexto totalmente agreste, sin mantenimiento, robos y sin iluminación del sector", dijo Jorge Reynoso, empresario del sector, en conversación con Veo Noticias.
"Acá hay un problema de fondo que hizo explosión con la cuarentena: fue el primer rubro que cerraron y va a ser el último que se habilite, no hay muchas perspectivas", añadió.
El empresario no planteó que la salida de reconversión de los negocios pudiera ser una solución posible. "Nosotros somos negocios que tenemos una escala muy grande y es casi imposible reformularlo a una estructura de bar, y encima que está por fuera de lo que hoy es el polo de convocatoria de la gente que es barrio Candioti", explicó.
"La pirámide tiene una habilitación para 6.439 personas. Un negocio de otra magnitud, con otra proyección para eventos de otra magnitud, no para un bar", continuó.
Además, Reynoso señaló que el mantenimiento de esos lugares conlleva el consumo más el cobro de una entrada, y la idea de transformar esos espacios en modalidad de bar requeriría una inversión muy grande. "Hacer mobiliario de un bar para 500 personas es impensado. No hay ninguno en Santa Fe", expresó el empresario.
Por otra parte, apuntó a que el problema ya había comenzado antes de la cuarentena, debido a que la ordenanza del municipio para un "reordenamiento de la nocturnidad" y que zonificaba los espacios donde podían organizarse eventos. Sin embargo, Reynoso comentó que "en un momento sacaron de la ordenanza a espectáculos públicos que haya en pubs, que son los 300 que abrieron en barrio Candioti", además de no haber realizado las inversiones suficientes en la zona destinada para los eventos.
"No hay perspectiva de ningún tipo y la verdad que creció comercialmente todo lo que es barrio Candioti, el concepto de bar y pub", lamentó el empresario, agregando que tampoco la propuesta de una modalidad burbuja podría garantizar el mantenimiento del negocio y cubrir los gastos mínimos.
"Nos da mucha pena pasar por la Plaza Pueyrredón a la 1.30 y que sea un boliche. Lo mismo podría pasar acá", concluyó.