Estes martes ha empezado una nueva huelga nacional de ferrocarriles, la más salvaje hasta la fecha en la que prácticamente más del ochenta por ciento de los trenes no funcionan. Se trata de una huelga de cuatro días que va a provocar más caos aún al país, ahora mismo con problemas en las carreteras y en los aeropuertos, con cientos de vuelos cancelados, por las fuertes nevadas.
Los sindicatos piden un incremento de los sueldos acorde con la inflación y una mejora de las condiciones laborales. Esta huelga se añade a la de enfermeras, correos, autobuses, trabajadores de autopista y examinadores de escuelas de conducción de esta semana en un pulso de todo el sector público al gobierno.
A medida que nos acerquemos a la Navidad, los paros se incrementarán. La semana que viene se suman las ambulancias y los oficiales de fronteras. En los próximos días veremos a militares conduciendo ambulancias y en el control de pasaporte de las aduanas.
El gobierno, por su parte, no tiene intención de ceder. Más bien al contrario pues el primer ministro, Rishi Sunak, está acelerando nueva legislación que dificulte las huelgas y debilite a los sindicatos.
Fuente: AP