La muerte de Lady Di en un accidente de tránsito en París, el 31 de agosto de 1997, desató una oleada de teorías conspirativas que llegaron a señalar directamente a la corona británica. Pero, 20 años después, un libro ofrece detalles nunca conocidos de la trágica muerte.
El forense Richard Shepherd decidió escribir un libro para contar toda la verdad, luego que el jefe de la policía de Londres Sir John Stevens le pidiera en 2004 investigar si las tres muertes que dejó el hecho correspondían al accidente o no.
Sheperd investigó y concluyó que, efectivamente, "fue un trágico accidente", como cuenta en su libro Unnatural Causes (Penguin), que saldrá a la venta el próximo 18 de abril, según informó el diario El País.
En su investigación, el analista relata que las muertes de Paul y de Fayed fueron inmediatas, pero no la de Diana. El millonario, "un hombre grande y que iba en un auto a más de 95 kilómetros por hora", como se lee en el testimonio de Sheperd, iba sentado detrás del conductor, impactó contra él y ambos murieron en el acto. Con el golpe, Diana también se precipitó hacia delante, pero pesaba menos que sus acompañantes y sufrió menos heridas; además, estaba sentada detrás de Rees-Jones, sujeto con el cinturón y cuyo cuerpo se movió menos.
"Su lesión fue tan rara que en toda mi carrera creo que no he visto otra", contó el médico al diario Daily Mirror. "La de Diana fue una lesión muy pequeña, pero en el lugar equivocado", explicó Shepherd. Fue una hemorragia producida en una pequeña vena de uno de los pulmones de la princesa lo que acabó con su vida.