La concejala Violeta Quiroz, tras un relevamiento realizado por su equipo de trabajo, expuso una serie de graves deficiencias en el sistema de estaciones de bombeo de la ciudad de Santa Fe, que representan un potencial riesgo ante futuras contingencias hídricas. Según la edil, se detectaron problemas de personal, contaminación y una bomba clave fuera de servicio.
Estaciones sin personal durante la noche
Uno de los puntos más críticos de la denuncia se centra en las estaciones de bombeo 0, 1 y 4, donde el personal municipal cumpliría un horario de 7 a 19 horas, quedando sin operarios durante toda la noche. “Solamente los convocan por protocolo si ven que va a haber una tormenta, pero si se desata a las 2 de la mañana, no hay personal”, alertó la concejala.
Esta situación podría provocar anegamientos en amplias zonas de la ciudad, afectando a los vecinos que dependen del correcto funcionamiento de estas defensas. A esta problemática, la funcionaria sumó que en la estación N°1 se estarían descargando camiones desobstructores, generando un foco de contaminación.
La bomba N°6, fuera de servicio
El relevamiento arrojó que la estación de bombeo N°6, ubicada en barrio Chapeyú, a la altura de la avenida Teniente Loza, “directamente no funciona”. La concejala informó que la instalación fue vandalizada, con robo de cables que nunca fueron repuestos por el municipio.
Esta situación es especialmente preocupante por su cercanía con el río Salado. “Si el río sube, como ocurrió en diciembre de 2023, la ciudad corre peligro de inundación. La bomba no funciona, no se extrae el agua y la ciudad quedaría totalmente inundada”, remarcó Violeta.
Pedidos de informe sin respuesta
La concejala recordó que desde el Concejo Municipal ya se habían solicitado explicaciones al Ejecutivo. Específicamente, mencionó un pedido de informes presentado por su par, la concejala Amadalel, el pasado 8 de mayo, que fue aprobado por unanimidad y “hasta el día de hoy no tuvo absolutamente ninguna respuesta”.
Finalmente, la edil cuestionó las recientes recorridas de funcionarios municipales que aseguraron que el sistema funcionaba “perfectamente”. Además, denunció las precarias condiciones laborales de los trabajadores del área, quienes no contarían con la indumentaria ni el calzado de seguridad adecuados provistos por el municipio.


