Rosario concretó este jueves un hito institucional largamente esperado: el Concejo Municipal aprobó la ordenanza que declara formalmente la autonomía municipal y que habilita al Ejecutivo local a ejercer, desde su promulgación, una serie de competencias que hasta ahora dependían parcial o totalmente de la Provincia. La sesión, cargada de simbolismo y con un extenso debate que llevó semanas de trabajo en comisión, cerró con la sanción de un texto de cien artículos que abre una nueva etapa en la vida institucional rosarina y que se articula con la reciente reforma constitucional santafesina.
La ordenanza, enviada por el Ejecutivo el pasado 8 de octubre, se estructura en tres grandes ejes: la declaración de autonomía, la aplicación inmediata de nuevas atribuciones y la convocatoria a la Convención Estatuyente encargada de redactar la primera Carta Orgánica de la ciudad en 2027. Los primeros dos apartados lograron respaldo generalizado, mientras que el tratamiento artículo por artículo generó intercambios intensos, especialmente por planteos de la oposición para revisar y ajustar determinados puntos antes de su aprobación definitiva.
El texto aprobado establece que Rosario, en uso de las facultades conferidas por la Constitución provincial, avanzará hacia la redacción de su Carta Orgánica mediante una convención integrada por 28 miembros, que serán elegidos en los comicios generales de 2027. La convención deberá constituirse dentro de los 180 días de proclamados los electos y funcionará durante 40 días corridos, prorrogables por 20 más. Solo quedará habilitado para integrar ese cuerpo quien no haya sido condenado por delitos dolosos, una exigencia celebrada por los ediles de todos los bloques.
Facultades inmediatas: lo que cambia desde ahora
Uno de los aspectos centrales de la ordenanza es que declara operativa la autonomía sin necesidad de esperar la Constitución local. Entre las facultades que el municipio ejercerá a partir de ahora se destacan:
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Endeudamiento: el municipio podrá tomar deuda para obras de infraestructura, gastos de capital o conversión de pasivos, con autorización del Concejo por mayoría calificada. El total de deuda a cancelar en cada ejercicio no podrá superar la cuarta parte de los recursos municipales.
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Expropiaciones: se habilita un régimen propio por el cual Rosario podrá expropiar bienes solo en casos de utilidad pública y con el voto de dos tercios del Concejo.
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Terrenos baldíos: en predios donde la falta de higiene ponga en riesgo a terceros, la Municipalidad podrá ingresar y realizar trabajos sin necesidad de autorización judicial previa, trasladando luego los costos al propietario.
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Arbolado público: se consolidan competencias sobre especies, podas, extracciones, sanciones y la elaboración de un plan plurianual de arbolado cada cuatro años.
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Autos retenidos en el corralón: los vehículos que permanezcan más de seis meses podrán ser adjudicados a áreas operativas municipales, entregados a asociaciones civiles o subastados. A los 30 días de la notificación sin retiro, se considerarán abandonados y se comunicará la novedad al Registro Nacional de la Propiedad Automotor.
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Compras y contrataciones: se establece un régimen moderno que regula licitaciones, concursos, compras directas, mecanismos ágiles y parámetros de transparencia y sustentabilidad.
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Normas urbanísticas: la ordenanza profundiza criterios sobre uso del suelo, indicadores de urbanización y protección del patrimonio edilicio.
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Cooperación metropolitana: se formaliza el compromiso de avanzar en políticas coordinadas con municipios y comunas del área metropolitana en movilidad, residuos, infraestructura y planificación del territorio.
Empleo, paritarias y jubilaciones
La autonomía también redefine aspectos clave de la relación entre el municipio y sus trabajadores. Desde ahora, la política salarial se discutirá en una Comisión Paritaria Local, donde además del Sindicato de Empleados Municipales podrán participar nuevos gremios que acrediten representar al menos al 10% de la planta municipal, lo que abre la puerta a una negociación más plural.
En materia previsional, se mantienen las edades jubilatorias vigentes: 65 años para varones y mujeres. Sin embargo, se incorpora una cláusula que habilita al Ejecutivo a intimar a iniciar el trámite jubilatorio a todo agente que cumpla 70 años y reúna los requisitos de aportes. De persistir la negativa, la Municipalidad podrá disponer su cese.
Camino a la Carta Orgánica
El capítulo de “autonomía institucional” plantea una hoja de ruta para que la futura Convención Estatuyente aborde temas esenciales del diseño institucional rosarino: forma de gobierno, creación o no de una viceintendencia, elección de jefaturas distritales, mecanismos de participación ciudadana, ficha limpia, ética pública, administración financiera, representación territorial y órganos de control. Si bien el listado generó diferencias —parte de la oposición lo consideró una señal de condicionamiento—, quedó claro que el temario no será vinculante y que los estatuyentes tendrán plena libertad para definir los contenidos.
El Concejo cerró así una jornada histórica y dejó sentadas las bases de un nuevo modelo de gestión local. La autonomía, largamente reclamada por Rosario, comienza a materializarse con reglas propias, nuevas facultades y la mirada puesta en 2027, cuando la ciudad redacte su primera Carta Orgánica.
