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Rosario: el crimen de un barra brava puso al descubierto una organización narcocriminal con participación policial

La investigación del crimen del Chivo Saravia, barra brava de Newell´s, y el secuestro del teléfono celular del autor intelectual del asesinato, derivó en una trama de complicidades que involucra a dos oficiales superiores de la policía santafesina, uno retirado y otro en actividad, y otros dos oficiales, ambos aprehendidos, comprometidos en una red narco.

04 de marzo de 2023


Por Juan Trento

 

Este viernes antes de la medianoche y durante toda la madrugada y jornada de este sábado se extendió la ejecución de varios allanamientos que realizaron pesquisas de la Agencia de Control Policial ACP y que tuvieron la colaboración de agentes de Inteligencia de Gendarmería Nacional Argentina, entre ellos en un galpón de calle Guatemala al 2200 de la ciudad de Rosario, como corolario de una investigación por dos homicidios que tuvieron como víctimas a Guillermo Sosa y Nelson Saravia, éste último apodado Chivo, y que produce que por los nuevos hechos investigados se produzca un efecto dominó sobre personal policial retirado y en actividad. El oficial Raffo, hoy buscado y que sigue prófugo, y dos oficiales superiores de la Policía de Santa Fe, el comisario mayor retirado Alejandro Franganillo y el actual jefe de la Unidad Regional VI del departamento Villa Constitución, Marcelo Mendoza, a quienes allanaron sus viviendas y secuestraron elementos probatorios incriminantes, ambos siguen en libertad pero comprometidos en la investigación y en la causa judicial, y dos oficiales aprehendidos, que serán imputados el próximo lunes. Secuestraron armas de fuego, balas, más de 20 mil dólares y un millón y medio de pesos, teléfonos celulares y elementos probatorios incriminantes de los delitos investigados.
Elementos secuestrados
Cuando se produjo la irrupción de los pesquisas de la Agencia de Control Policial ACP en un galpón de calle Guatemala al 2200 de la ciudad de Rosario donde un grupo de hombres se disponían a comer un lechón asaldo, y de la que participaban varios policías, como el retirado comisario mayor Alejandro Franganillo y el actual jefe de la Unidad Regional VI del departamento Villa Constitución de la Policía de Santa Fe, Marcelo Mendoza, que hoy fue pasado a disponibilidad. Durante la requisa pormenorizada fueron secuestrados un millón y medio de pesos, una decena de teléfonos celulares, un revólver calibre 38, una pistola calibre 9 milímetros y un motor home.
Los otros allanamientos
Como consecuencia de este primer allanamiento se dispararon otros dos, precisamente en las viviendas familiares de Franganillo y de Mendoza. En la vivienda de Franganillo se secuestraron una escopeta calibre 12/70 sin los papeles de tenencia, una pistola calibre 11,25 y 200 balas de calibre 45, además de un maletín con dinero en efectivo: 2400 dólares y 150 mil pesos, todo en efectivo. En la casa de Mendoza, incautaron 828 mil pesos en efectivo y computadoras y material electrónico de soporte. Ni Franganillo ni Mendoza quedaron detenidos pero les formaron causa como presuntos autores de los delitos de tenencia indebida de arma de fuego y tenencia indebida de arma de fuego de guerra.
Los dos oficiales detenidos
En el mismo marco de los operativos fueron aprehendidos dos oficiales policiales en actividad, se trata del subinspector D. L. E. A. sobre quien se presume su responsabilidad penal en los delitos de asociación ilícita, encubrimiento agravado y violación de secreto, además del secuestro de otros cinco teléfonos celulares y documentación. El otro agente aprehendido es el suboficial M. E. B. sobre quien se presume que es presunto autor del delito de asociación ilícita, y a quien le secuestraron su arma reglamentaria, dos teléfonos celulares y elementos probatorios incriminantes. Ambos serán llevados a audiencia imputativa ante los fiscales Luis Schappa Pietra y Matías Edery.
Derivaciones del asesinato del Chivo Saravia
Saravia fue un conspícuo integrante de la barra brava de Newell´s. Nelson, estaba en su casa junto a su mujer y a sus hijos pequeños. Un grupo de asesinos armados entraron a su vivienda familiar y lo asesinaron a tiros frente a toda su familia, y uno de los sicarios le robó su teléfono celular. El seguimiento del teléfono desembocó en la vivienda donde estaba escondido el aparato, en calle Garibaldi al 3300. Esa fue la casa del Chupa Sosa, y cuando realizaron el allanamiento y lo aprehendieron, le secuestraron su teléfono celular. Este aparato en poder de la justicia fue sometido a peritajes y se convirtió en una guía completa con nombre, apellidos, apodos y domicilios.
Otros 20 mil dólares
Después del mediodía, con la intervención de un cerrajero profesional, y por orden de la justicia, fue abierta la caja fuerte metálica que fue localizada dentro del galpón de calle Guatemala al 2200 de Rosario donde se iniciaron los allanamientos durante la reunión entre policías y civiles que se disponían a comer un lechón asado.