La Municipalidad de Santa Fe puso en marcha un sistema de economía circular que permite recolectar y reutilizar el Aceite Vegetal Usado (AVU) para su transformación en biocombustible de segunda generación, con el objetivo de reducir el impacto ambiental que genera su descarte incorrecto.
Según explicaron desde el municipio, un solo litro de aceite arrojado por la cañería o en el suelo puede contaminar hasta 1.000 litros de agua, además de provocar serios daños en la infraestructura cloacal y en los ecosistemas urbanos. Frente a este problema, la ciudad implementó un circuito que garantiza que el residuo no termine en desagües ni en la tierra, sino que sea reinsertado en la matriz energética como materia prima ecológica.
El sistema funciona a través de convenios con empresas especializadas, encargadas de la recolección y el tratamiento del aceite recuperado. El proceso comienza en los hogares y comercios, donde se genera el residuo, y continúa en los Ecopuntos distribuidos en distintos barrios de la ciudad.
Desde el municipio advirtieron que el descarte inadecuado del aceite produce obstrucciones severas en las redes cloacales, ya que al enfriarse se solidifica y forma tapones que pueden derivar en desbordes. Además, la presencia de grasas dificulta los procesos de depuración en las plantas de tratamiento de líquidos cloacales, lo que incrementa los costos del servicio de agua. En el caso de arrojarlo al suelo, el aceite impermeabiliza la tierra, afecta la microfauna y contamina los acuíferos subterráneos.
Cómo colaborar y dónde entregarlo
Para participar del programa, los vecinos deben dejar enfriar el aceite, colocarlo en envases de plástico o vidrio limpios y bien cerrados, y llevarlo a cualquiera de los 13 Ecopuntos con atención personalizada, que funcionan de lunes a domingo, de 9 a 19 horas.
Los puntos de recepción están ubicados en Plazoleta Alemania, Parque Alberdi, Estación Belgrano, Parque Federal, Costanera Oeste, Parque Garay, Rotonda Guadalupe, Paseo del Restaurador, Plaza Fournier, Colectora RP1 6214, Las Flores, El Pozo y Centenario.
El aceite recolectado es trasladado al Complejo Ambiental de la ciudad, donde funciona una planta de acopio transitorio, desde la cual se envía para su transformación en biocombustible.
Desde la Municipalidad destacaron que, con este pequeño gesto doméstico, cada vecino se convierte en el primer eslabón de una cadena de producción de energía limpia, contribuyendo a transformar un residuo altamente contaminante en un recurso valioso para el cuidado del ambiente.
