Imprevistamente el arquero de Unión, Santiago Mele, se convirtió en el héroe de la noche del Maracaná. El Tatengue había hecho todos los méritos para ganar ganar pero en la última bola del partido, ya en tiempo de descuento, un agarrón de Juárez a un rival brasileño, le dio la chance de triunfo a un opaco Fluminense.
Pero apareció otro uruguayo para hacer historia con la rojiblanca en ese mítico estadio: "Para mí era emblemático jugar acá en el Maracaná. Tengo entendido que ahí en ese arco Ghiggia hizo el gol en el Mundial del 50. Agradecido a Dios por ponerme en este lugar".
Sobre el penal y el atajadón, el arquerito rojiblanco contó: "Lo más importante fue el abrazo de los compañeros antes y después. Sentir el cariño para hacer mejor mi trabajo. No hay explicación sobre el penal. Vi videos de penales de Fred y solo me decidí por la derecha. Es así".
"No creo que sea así, pero soy un agradecido a mis compañeros, cuerpo técnico y los que me trajeron. Es un privilegio jugar esta calidad de partidos y estos escenarios. El equipo hizo un excelente trabajo y sin eso no hubiera sido posible el empate aunque sea", expresó Mele.
En el final de la charla con la prensa en el Maracaná, el golero Tatengue dejó en claro que "no soy consciente de lo que significa. Soy un agradecido. Soy reiterativo. Venir a Unión es un escalón hacia adelante para mí. En el fútbol vas por momentos altos y bajos. Jugar acá es una bendición y coronarlo de esta manera, no puedo definirlo".