A pesar de los elevados índices de pobreza e indigencia que se registran en la Argentina en los últimos años, la tasa de mortalidad infantil disminuyó de 9,7 cada mil nacidos vivos registrados en el 2016 a 9,3 en 2017, mientras que la mortalidad materna alcanzó la menor tasa de la serie histórica de los últimos 10 años, con 2,9 cada diez mil nacimientos.
Según un informe de la Secretaría de Salud al que accedió Infobae, la baja de la tasa de mortalidad infantil representó en el 2017 una reducción de 514 defunciones de niños menores de un año, un 5,4% menos que en 2016.
Las cifras del 2018 todavía no están terminadas y se estima que recién para fin de este año se darán a conocer, según destacaron los funcionarios de la Secretaría de Salud a cargo de Adolfo Rubinstein.
La tasa de mortalidad infantil (que es la cantidad de niños menores de 1 año fallecidos sobre el total de recién nacidos vivos) descendió a nivel nacional casi medio punto y 12 provincias registraron en 2017 la estadística más baja de los últimos 10 años. Además, hubo 2.762 defunciones menos que en 2008.
Para el análisis de esta tasa se efectúa una división entre el período neonatal (primer mes de vida) y el período postneonatal (hasta el año de vida). En el año 2017, la disminución de la tasa de mortalidad infantil fue atribuible principalmente a la disminución de la tasa de mortalidad postneonatal, ya que la neonatal no presentó cambios.
Según revelaron fuentes allegadas a Rubinstein, "esta baja se atribuye a la disminución de las defunciones por enfermedades respiratorias entre los años 2016 y 2017 con 120 defunciones menos (23,7% de descenso), que se refleja en una disminución del riesgo de muerte para estas enfermedades de 0,7 por mil en 2016 a 0,5 en 2017".
Fuente: Infobae