El jueves a la tarde, un automóvil recibió un piedrazo cuando se encontraba detenido por la luz roja del semáforo en el corredor, a la altura del edificio Nido de Barranquitas.
El impacto provocó la rotura del vidrio del lado del acompañante y un fuerte golpe en la muñeca de la conductora del rodado que le terminó ocasionando una fractura.
A esto siguió el acceso al vehículo de un sujeto joven quién exigió la entrega de las pertenencias de la mujer, logrando robar el teléfono celular que estaba a la vista.
El episodio se suma a la larga lista de hechos similares que ocurren en ese sector de la autopista, antes del ingreso a la ciudad, sin que se tomen medidas efectivas para prevenirlos.
Los métodos utilizados por los delincuentes varían según la ocasión: a veces colocan elementos en el asfalto para forzar la detención de los vehículos o bien recurren a arrojar objetos contundentes sobre los rodados para lograr el objetivo de detenerlos y así poder abordarlos para robar.
Pese a la cantidad importante de denuncias y al anuncio reiterado sobre presencia policial en el lugar, vemos que la misma no es constante y esto garantiza la impunidad de los delincuentes.