Este martes se dieron dos muertes que tienen relación con la bacteria estreptococo pyogenes, que ya causó otras seis víctimas fatales en todo el país. Uno de los casos es un menor de Catamarca y el otro un chico de dos años que concurría al jardín de infantes del colegio Northlands de Olivos que murió el domingo por la tarde en Miami mientras pasaba unas vacaciones con su familia.
"La pérdida de Pedro ha sido un terrible golpe para todos nosotros", señala un comunicado de la administración del colegio, que además expresa sus condolencias para los padres y la hermana del chico, que también concurre a la institución.
Según el Ministerio de Salud bonaerense, el chico se fue del país con un diagnóstico de "angina simple", que se complicó durante el viaje. "El niño P. L. de la sala de 2 turno mañana fallece el 16-09 por la tarde mientras estaba de viaje en Estados Unidos con su familia, siendo la probable causa de su deceso una infección por estreptococo pyogenes", señala el comunicado del Ministerio.
Desde el consulado argentino en Miami confirmaron que el niño murió en el Joe DiMaggio Children's Hospital de Hollywood y dijeron que están trabajando en el caso. La familia permanece en Miami y aún no se sabe cuándo regresarán.
En tanto, en su último Boletín de Vigilancia Epidemiológica, el Ministerio de Salud confirmó la muerte de un niño en Catamarca.
Ante el aumento de las consultas en los centros de salud porteños, las autoridades sanitarias de la Ciudad anunciaron que "reforzaron" los equipos médicos y comenzaron a distribuir tests rápidos para la detección del Streptococcus pyogenes, la bacteria que provocó seis muertes en el país por la forma de infección invasiva, que es la más grave y menos frecuente.
Dos de esos casos ocurrieron en el Hospital de Niños Pedro de Elizalde y fueron los que activaron la alerta en el sistema sanitario para que los profesionales extremen la sospecha ante un paciente que llegue a una guardia o un consultorio con dolor de garganta, fiebre de más de 38°, ganglios agrandados y manchas pequeñas y rojizas en el paladar o la piel.
Fuente: Clarín