Esta mañana de martes, primer día hábil de esta semana, las autoridades de la Escuela Particular incorporada Santa Mónica, ubicada sobre calle Santa Cruz al 7100 en el barrio San Agustín II, decidieron suspender el dictado de clases como consecuencia del homicidio de Oscar Ramón Gutiérrez de 35 años, en inmediaciones del establecimiento educativo. La medida es excepcional y extraordinaria y tiene en cuenta la preservación de la integridad de sus alumnos, sus docentes, y la totalidad de los componentes de la comunidad educativa.
Proteger a chicos y docentes
En el territorio de las especulaciones y las preocupaciones barriales, llegó a oído de las autoridades escolares de Santa Mónica, que el presunto asesino no solo estaría identificado y sería familiar del hombre asesinado, sino que además viviría en cercanías del establecimiento escolar. En atención a la protección de los chicos, los docentes, y la comunidad educativa en general, es la decisión que tomaron las autoridades escolares, hasta que la situación tenga una definición en materia de aprehensión, o bien se provea de una guardia policial que asegure el normal desarrollo en el dictado de las clases. Por otro lado, los vecinos de la zona, se mostraron unánimemente de acuerdo con el relato sobre los hechos de inseguridad reinantes en las calles de la populosa barriada.
Destrozos y detenidos
Gutiérrez, de 35 años, fue apuñalado y trasladado a la Comisaría 7° del barrio Yapeyú en el patrullero de esa dependencia policial con sirenas y balizas encendidas, y una vez arribado, fue subido y trasladado en una camilla hasta el shockroom para pacientes en estado crítico, pero una vez que fue revisado por los médicos, éstos constataron que estaba fallecido. Luego, aprehendieron a dos familiares de Gutiérrez, que al recibir la infausta noticia produjeron destrozos dentro del mobiliario, aberturas y mampostería del nosocomio público.
