Los trabajadores de cantinas escolares reclaman ayudas por parte del Estado y de las escuelas para poder comenzar a retomar sus actividades después de un año sin trabajar. Desde el sector sostienen que no cuentan con el capital necesario para comenzar a trabajar, y por ello requieren asistencia del Estado para permitir su regreso.
"Estamos en una situación crítica. Somos un grupo olvidado por el Estado, no trabajamos desde noviembre del 2019. Los ahorros que uno guarda y que va juntando para iniciar y pasar las vacaciones esos meses sin chicos lo usamos para la compra inicial del 2020. Trabajamos seis días y no alcanzamos a vender la totalidad de la mercadería invertida. Tuvimos que esperar para poder retirar la mercadería, venderla al costo a familiares, amigos y vecinos para recuperar el dinero y que no se venciera", explicó a Veo Noticias Viviana, trabajadora de cantinas escolares.
"Con el arranque de las clases que venimos viviendo del día a día no tenemos el tenemos el monto para iniciar ni tampoco la seguridad y la certeza. Hay escuelas que autorizaron las cantinas y hay otras escuelas que no. Necesitamos dinero para poder empezar", agregó.
Según el relato de la trabajadora de cantinas escolares, muchos debieron reinventarse para poder sobrevivir al inicio de la pandemia. El sector lleva un año sin percibir ingresos y se encuentran solicitando mayor flexibilidad impositiva al Estado.
Ya son diversas personas dentro de la misma situación que se han reunido nuevamente para dar con soluciones. El año pasado tuvieron el acompañamiento de la Unión Kiosqueros de la República Argentina y de su representante en Santa Fe, Ricardo Mascheroni, que logró enviar una nota al Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, en abril de 2020.
"No recibimos ayuda porque al ser monotributista de clase C en adelante no nos correspondía el IFE", explicó Viviana.
"Lo que queremos es poder trabajar y que se nos dé mucha flexibilidad", añadió.
Desde el sector se encuentran reclamando por una excepción en el pago del monotributo, así como también una ayuda económica para poder iniciar con la actividad. Al mismo tiempo, reclaman a las escuelas la posibilidad de no cobrar el canon hasta regularizar la actividad.
