En un juicio abreviado, Santiago Fernández de 68 años fue sentenciado por el femicidio de Ana María Alurralde, quién era su pareja, ocurrido en octubre de 2019. El ahora condenado había denunciado su desaparición, pocas horas después reconoció que la había asesinado e indicó el lugar donde estaba el cuerpo.
En 1988, Fernández se estaba divorciando de la profesora Marta Romero, con quien tenían una hija de un mes, cuando ésta desapareció dejando sin que se sepa hasta el momento qué pasó con ella. El hermano de Ana María, Aldo Alurralde, sostiene que si se hubiera investigado ese caso como se debía, su hermana estaría con vida.
En dialogo con Veo Noticias, el juez Federal de Reconquista, expresó que "nadie se esfuma en el aire, la tierra no se traga a la gente, quitémonos esa concepción machista de que en cualquier momento un mujer deja a sus hijos, sus familias, sus afectos para irse con un hombre".
Y agregó que en el caso de Romero "debió investigarse, profundizarse una investigación porque si él ha sido el asesino, porque se da el mismo patrón, la misma persona alrededor de dos desapariciones y en este caso un homicidio concreto que es el de mi hermana, esto nos revela que si ha sido él la impunidad se ha cobrado una segunda víctima porque ni hermana nunca se hubiera juntado con este hombre si hubiera tenido un reproche penal".
Finalmente, el magistrado propuso que los femicidios se conviertan el delitos imprescriptibles "cuando hay elementos contundentes, en el caso de mi hermana había manchas de sangre en toda la casa, había un patrón respecto de esta persona con esta conducta anterior; había hechos que hubieran permitido que aún de no hallarse el cuerpo, se podría haber avanzado en el juicio".