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Tres accidentes en muy poco tiempo: ¿son seguros los micros de dos pisos?

04 de febrero de 2020


Dos personas murieron esta mañana en un accidente que involucró a un micro de dos pisos que volcó sobre la ruta 2. La tragedia, que se suma a otros incidente viales similares que se produjeron en muy poco tiempo, vuelve a poner bajo la lupa a este tipo de vehículos que en muy pocos países se utilizan para el traslado de pasajeros en trayectos de larga distancia.

El 28 de noviembre murieron dos nenas que viajaban con sus compañeros a celebrar su egreso de la escuela primaria. El chofer dijo que se le trabó el volante y la Justicia investiga si se quedó dormido. Pocos días después hubo otro incidente similar, también sobre la ruta 2, afortunadamente sin víctimas fatales. En ninguno de los tres casos hubo otros autos involucrados en la mecánica de los accidentes. Y un denominador común: los micros de dos pisos.

“Son vehículos que no pueden circular a más de 90 km por hora porque tienen menos estabilidad”, introdujo Fabián Pons, Titular del Observatorio Vial de Latinoamérica.

En Argentina, estos ómnibus de doble piso representan más del 66 % del parque vehicular de pasajeros de servicio público, lo que pone de manifiesto la amplia aceptación de los empresarios del transporte a pesar de las recomendaciones que hacen los expertos en seguridad vial.

Un informe realizado por la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo) cuestiona su seguridad y reclama que se desaliente su construcción ya que considera que no son seguros al momento de efectuar maniobras bruscas o soportar los efectos de vientos laterales de gran magnitud.

“Da la impresión que los pasajeros se inclinan por vehículos monumentales e impactantes, vaya a saber por qué extraña razón”, analizó el director de la investigación, Roberto Tomassiello, ergónomo, consultor en diseño de carrocerías y docente de la UNCuyo.

El estudio recomienda reducir su altura e incorporar puertas de emergencia laterales para mejorar su seguridad. Además, sostiene que la inestabilidad de estas unidades es un riesgo tanto para los pasajeros como para los que transitan por las rutas.

A pesas de esas críticas, desde la Cámara Empresaria de Buses de Larga Distancia (CELADI) sostienen el diseño de las carrocerías de los micros de dos pisos “está aprobado por los máximos organismos públicos de seguridad en la materia”. Además, detallaron que “en los últimos tiempos, las nuevas unidades incorporaron, por ejemplo, frenos ABS, sistemas de control de estabilidad y neumáticos superanchos bidireccionales para una mayor estabilidad y asistencia en el manejo”.

Sin embargo, Pons lamentó que en 2011 se haya derogado la resolución de la Comisión Nacional de Transporte (CNRT) que exigía un chasis de doble eje delantero. “Hoy solo se les pide que pasen un control estático, donde se los inclina 28 grados y no tienen que volcar. Pero otra cosas son los controles dinámicos, como un volanteo o viento intenso, que pueden desestabilizar al micro. El tema es que tomar más precauciones técnicas cuestan más plata que los empresarios no quieren desembolsar”, denunció.

A diferencia de lo que sucede en la Argentina, donde estos micros recorren distancias largas, en Estados Unidos están prohibidos, en Europa se destinan a servicios turísticos en recorridos cortos (no más de 300 o 400 km), y en Latinoamérica no tienen una presencia destacada.

Según un informe divulgado por CESVI Argentina, ante un impacto estos vehículos tienen mayores posibilidades de vuelco, debido a que tienen el centro de gravedad elevado, ya sea por la amplia zona para guardar valijas o por el doble piso.

“Los vuelcos tienden a decapitar las carrocerías a la altura del antepecho, es decir en la parte baja de las ventanas laterales -explica a InfoUniversidades el especialista-. En el caso de las unidades de doble piso, ese efecto se produce en la planta superior, haciendo desaparecer virtualmente todo lo que se ubica por encima del nivel citado”, precisó Tomassiello.

Esto ocurre por una razón estructural muy sencilla, dijo Tomassiello: “Las carrocerías de ómnibus poseen un núcleo de fuerte resistencia entre los niveles del antepecho y el piso, por la sólida retícula espacial de acero que se ubica en esa franja lateral. Sin embargo, en el área de las ventanas, la resistencia disminuye sensiblemente por los grandes vanos que carecen de elementos capaces de soportar esfuerzos evitando deformarse. Hay dos zonas vecinas de resistencia desigual, prácticamente sin transición entre ellas”.

Además, advirtió que la altura provoca que se construyan escaleras empinadas con muy poco espacio para desplazarse, que sufren sobre todo embarazadas, ancianos y discapacitados.

Fuente - Infobae