Millie Chidgzey, una trabajadora de 22 años de West Sussex (Reino Unido), estaba atendiendo a su caballo, Mickey, cuando éste se frustró bastante.
Mientras intentaba bañar a Mickey, el caballo pisoteó con rabia el pie de Millie para mostrar su enfado por haber sido lavado. Millie dijo: "A Mickey no le gustan los baños ni los mimos. Así que el pobre chico se estaba impacientando.
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