El Centro de Estudios Tributarios (CET) de la Universidad Austral difundió su Informe N.º 3 sobre informalidad económica, en el que analiza la evolución de la evasión de IVA y su vínculo con el empleo no registrado. El documento —publicado en noviembre de 2025— destaca que la evasión volvió a caer durante 2023 y alcanzó su nivel más bajo desde que se realiza esta medición, aunque advirtió que la pérdida fiscal asociada continúa siendo significativa: el Estado deja de percibir recursos equivalentes a al menos 20 puntos del PBI.
Según el estudio, la evasión de IVA se acercó por primera vez al 40% en 2023, con una reducción de 7 puntos porcentuales respecto del año anterior. Este descenso se atribuye a la creciente digitalización de la economía, reflejada en un aumento del 42,6% en las cuentas bancarias asociadas a CUITs jurídicos entre 2019 y 2023 y a un incremento del 9% en las transacciones financieras entre empresas. Este proceso, señala el CET, mejoró el cumplimiento tributario y redujo oportunidades de informalidad.
Otro dato relevante es que, por segundo año consecutivo, ningún sector económico registró aumentos en la evasión. El agro y el comercio fueron los que mostraron mayores caídas. En el caso del sector agropecuario, la reducción estuvo vinculada a los fuertes saldos técnicos de IVA y a la histórica sequía que afectó la campaña 2022/23, dejando al sector virtualmente sin margen para evadir por la abrupta caída de sus ventas.
Sin embargo, el informe remarca que la estructura de la evasión se mantiene estable: servicios, comercio y construcción encabezan la pérdida de recaudación potencial por su peso relativo en la economía y por su elevado nivel de informalidad. Solo estos tres sectores podrían aportar hasta 18 puntos del PBI si se redujera sustancialmente la evasión.
El estudio también analiza la relación entre evasión impositiva y empleo no registrado, una correlación que se sostiene desde hace años. Salvo en el agro —donde la brusca caída de la evasión en 2023 no tuvo impacto en el nivel de informalidad laboral—, el resto de los sectores muestran un vínculo directo: mayor evasión se asocia a mayor trabajo informal.
Según los investigadores de la Universidad Austral, esta excepción en el agro plantea la necesidad de diseñar políticas específicas para promover la formalización laboral, dado que la disminución de la evasión no se trasladó a mejoras en el empleo registrado.
El informe concluye que, si bien la digitalización aparece como un motor relevante para reducir la informalidad tributaria, Argentina aún enfrenta un problema estructural de magnitud. La informalidad económica continúa drenando una quinta parte del PBI potencial y exige políticas fiscales, laborales y tecnológicas coordinadas para sostener la tendencia a la baja.


