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Una reconocida viróloga de Wuhan rompió el silencio: “No tengo nada que temer”

La viróloga, Shi Zhengli, dijo en una rara entrevista que las especulaciones sobre su laboratorio en Wuhan están infundadas. Pero los secretos habituales de Chin hacen que sus afirmaciones sean difíciles de validar.

15 de junio de 2021


Para un coro de políticos y científicos estadounidenses, ella es la clave para saber si el virus detrás de la devastadora pandemia por COVID-19 escapó de un laboratorio chino. Para el gobierno y público chinos, ella es una heroína del éxito del país en la creciente pandemia y una víctima de maliciosas teorías conspirativas.

Shi Zhengli, una reconocida viróloga china, está otra vez en el centro de narrativas contradictorias acerca de su investigación del coronavirus en un laboratorio estatal de Wuhan, la ciudad donde comenzó la pandemia.La idea de que el virus podría haber escapado de un laboratorio ha sido ampliamente descartada como inverosímil y rechazada por otros por la conexión con el ex presidente Donald Trump. Pero un nuevo escrutinio de la administración de Joe Biden y llamados de mayor franqueza por parte de científicos prominentes volvió a poner la teoría en primer plano.

Los científicos generalmente están de acuerdo en que aun no hay evidencia directa que respalde la teoría de las fugas de laboratorio. Pero algunos de ellos dicen ahora que la hipótesis fue descartada muy precipitadamente, sin una investigación exhaustiva, y señalan una serie de preguntas inquietantes.

Algunos de ellos dicen que la Dra. Shi condujo experimentos arriesgados con coronavirus de murciélagos en laboratorios que no eran lo suficientemente seguros. Otros quieren claridad en los reportes, citando a la inteligencia estadounidense, sugiriendo que hubo infecciones tempranas de COVID-19 en varios empleados del Instituto de Virología de Wuhan.

“¿Cómo diablos puedo ofrecer evidencia de algo donde no hay evidencia?”, dijo con su voz elevándose por la ira durante la conversación no programada. “No sé como el mundo llegó a esto, vertiendo inmundicia constantemente sobre una científica inocente”, escribió en un mensaje de texto.

En una entrevista poco habitual por email, denunció la sospechas como infundadas, incluyendo las acusaciones de que varios de sus compañeros podrían haber enfermado antes de que se desatara el brote.

Las especulaciones se decantan en una pregunta central: ¿el laboratorio de la Dra. Shi tenía alguna fuente del origen del nuevo coronavirus antes de que la pandemia estallara? Ella contestó con un enfático no.

Pero la negativa de china para permitir una investigación independiente en el laboratorio, o compartir datos de esa investigación, dificulta validad las afirmaciones de la Dra. Shi y solo ha alimentado las constantes sospechas sobre cómo la pandemia pudo haberse apoderado de la misma ciudad que alberga un instituto conocido por su trabajo con coronavirus de murciélagos.

Sin embargo, aquellos en favor de la hipótesis del origen natural del coronavirus han señalado el papel de Wuhan como un importante centro de trasporte, así como un estudio reciente que mostró que justo antes de que la pandemia golpeara, los mercados de la ciudad estuvieron vendiendo especies de animales capaces de albergar patógenos peligrosos que pudieron brincar a los humanos.

Muchos virólogos sostienen que lo más probable es que el coronavirus haya brincado de un animal a un humano en un entorno ajeno a los laboratorios. Pero sin una prueba de un derrame natural, cada vez más científicos y políticos han pedido una investigación completa de la teoría de fuga de laboratorio.

Los defensores de una investigación de laboratorio dicen que los investigadores del instituto de la Dra. Shi podría haber recolectado, o contraído, el nuevo coronavirus de la naturaleza, como en una cueva de murciélagos. O que los investigadores podría haberlo creado por accidente o por diseño. De cualquier manera, el virus podría haber escapado a través de un trabajador infectado.

“Mi laboratorio nunca condujo o cooperó en conducir experimentos de GOF que mejoraran la virulencia de los virus”, dijo. En una entrevista con la revista Science en julio pasado, ella dijo que Trump le debía una disculpa por decir que el virus vino de su laboratorio. En las redes sociales, dijo que las personas que plantearon preguntas similares deberían “cerrar su boca maloliente”. La doctora vio como la polarización le quitó cualquier entusiasmo por investigar el origen del virus. En cambio, se ha centrado en la vacunas COVID y las características del nuevo virus y dijo que con el tiempo ha logrado calmarse. “Estoy segura de que no hice nada malo”, escribió. “No tengo nada que temer”.

Fuente: The New Yotk Times/Infobae