Unión de Santa Fe concatenó su tercer triunfo al vencer a Gimnasia y Esgrima de La Plata por 1 a 0, al cabo de un discreto encuentro disputado este mediodía en el estadio "Juan Carmelo Zerillo", en el marco de la décima jornada de la Superliga.
Ezequiel Bonifacio, a los 33 minutos del complemento, marcó la diferencia a favor del conjunto "tatengue".
El enfervorizado recibimiento que le tributó la parcialidad "Mens-Sana" a su equipo chocó una vez más contra su triste realidad futbolística.
Si bien el conjunto del ovacionado Diego Maradona procuró hacerse eje del desarrollo no contó con las variantes necesarias como para poner en aprietos al arquero Moyano en los noventa minutos.
A sabiendas que su famélico promedio lo obliga a ir por los tres puntos en todas las canchas, el ímpetu del local se circunscribió a un mero dominio territorial siempre sofocado con suficiencia por la firme zaga "Tatengue", donde se destacó el expeditivo moreno Gómez Andrade.
Promediando el primer tiempo y de la mano de la buena labor de Carabajal, Unión comenzó a animarse un tanto más y se retiró al descanso otorgando una mejor imagen que su rival.
El complemento no mostró demasiadas variantes desde lo meramente táctico aunque se advirtió un ligero adelantamiento unionista en la misma medida que el enceguecimiento "Tripero" empezaba a correr en línea paralela a la impaciencia de sus pobladas graderías.
Plenamente consciente de sus carencias, el dueño de casa no se regaló en defensa en búsqueda de una más que imprescindible victoria por temor a una réplica de un rival agazapado a la espera de sorprender al guardavallas del anfitrión.
Sin embargo, dichas precauciones no surtieron efecto tras un cambio de frente de Corvalán desde la izquierda que encontró eco en una tremenda volea de Bonifacio por el segundo palo que derrotó a Martín Arias, seguramente con alguna responsabilidad ya que el balón ingresó entre su humanidad y el primer palo.
En definitiva, un justo premio a una labor más compacta de la formación santafesina, que de a poco parece dejar atrás su vacilante comienzo ante un Gimnasia inmerso en una crisis que parece no tener fin pese al hipotético respaldo moral que implica para sus jugadores tener a Maradona sentado en el banco de suplentes.
Fuente: NA