Un equipo de investigadores de Santa Fe y Rosario desarrolla una vacuna experimental de aplicación nasal contra la enfermedad de Chagas. El proyecto es liderado por el Laboratorio de Tecnología Inmunológica (LTI) de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas (FBCB) de la UNL, en conjunto con el CONICET, la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE).
El objetivo es doble: prevenir la infección por el parásito Trypanosoma cruzi y, fundamentalmente, tratar a quienes ya padecen la cardiopatía chagásica crónica.
Un tratamiento para pacientes crónicos
Iván Marcipar, director del LTI, explicó a VEO Noticias que el principal problema del Chagas es su detección tardía. “Cuando una persona se entera que tiene Chagas, ya pasó mucho tiempo y los tratamientos antiparasitarios que existen no son efectivos”, señaló.
La investigación busca desarrollar “un tratamiento para que no empeore la afección cardíaca que genera la infección por el parásito”, detalló el científico de la UNL.
Resultados “muy alentadores” en ratones
Por el momento, los ensayos preclínicos se realizaron en modelos animales. “Lo que hicimos fue evaluar si esta vacuna funciona en ratones y encontramos que se disminuyen un montón los síntomas a largo plazo”, afirmó Marcipar.
El director del LTI calificó los resultados como “muy alentadores”, ya que se logró “esa disminución de la afección cardíaca” en los modelos estudiados. El estudio fue publicado recientemente en la revista científica internacional Frontiers in Immunology.
El equipo de trabajo local incluye a la becaria doctoral Paula Kasprzyk, y se desarrolla en colaboración con un grupo de Rosario dirigido por la Dra. Ana Rosa Pérez.
Un proceso largo que requiere inversión
Marcipar fue cauto sobre los plazos y recordó que el desarrollo de vacunas es un “proceso largo” y complejo. “La vacuna contra la malaria, que también es un parásito, tardó 30 años en hacerse”, ejemplificó.
El próximo paso es probar la vacuna en otros modelos experimentales antes de avanzar a ensayos en humanos. “Eso lleva mucho tiempo, es muy costoso y ahí hay que asociarse con empresas farmacéuticas que tienen los medios como para poder hacer las evaluaciones”, concluyó.


