En medio de la creciente tensión por el aumento de detenciones, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela citó a Edmundo González Urrutia y a otros dos candidatos presidenciales para que se presenten este miércoles en la sede central.
Las expectativas están puestas en que aporten algún tipo de información que ayude a esclarecer el resultado de las últimas elecciones que dieron la reelección a Nicolás Maduro.
Si bien no se sabe con certeza la información que les pedirán a los citados, algunos inclusive temen que sea una especie de trampa, luego del anuncio del Ministerio Público Fiscal sobre la apertura de una investigación penal.
Según indicaron las autoridades, la causa se centrará en la líder antichavista María Corina Machado y en González Urrutia por presunta “instigación a la insurrección”, luego de que ambos llamaran a policías y militares a parar la “represión” por la que acusan al presidente Maduro.
En una Venezuela que sigue esperando mayor presión, se confirmó la detención del líder opositor Freddy Superlano en el Helicoide, el temible centro de tortura que funciona en el centro de Caracas y que al mismo tiempo es la sede central del Servicio Bolivariano de Inteligencia. Este martes, TN estuvo ahí y pudo hablar con su esposa, Aurora Silva, quien pide básicamente lo esencial y básico para un detenido: saber cómo está y poder comunicarse.
A ello, se le suman las más de 1100 personas que están secuestradas, de las cuales muchas no han tenido contacto con sus familias y, hasta el momento, no se sabe nada de ellos.
En esta línea, en las últimas horas, se confirmó que María Oropeza, coordinadora del partido de María Corina Machado, fue secuestrada en su casa por agentes del gobierno de Nicolás Maduro en el estado de Portuguesa.
El hecho quedó registrado a través de una transmisión en vivo por Instagram y alrededor de 5000 usuarios fueron testigos de lo ocurrido, quienes lo denunciaron en redes sociales. El video mostró cómo los efectivos, sin orden judicial, rompieron la puerta de la casa e ingresaron a la vivienda.
Uno de los agentes le indicó que sería trasladada a un comando policial mientras Oropeza respondía que lo que estaban haciendo era ilegal. A pesar de haberles exigido la documentación necesaria para arrestarla, los militares se la llevaron sin mediar palabra y le pidieron que les entregara el teléfono.
Por otra parte, el pedido que realizó Maduro este lunes sobre “romper relaciones con WhatsApp” también dividió las aguas en la sociedad venezolana. En un recorrido que realizó TN en distintos puntos de Caracas, la mayoría de las personas expresaron que utilizan la aplicación de mensajería para comunicarse con sus familiares en el exterior.
En este sentido, hay 7.7 millones de venezolanos que están fuera del país y casi la única forma de comunicarse que tienen es a través de esta plataforma. Por ende, a pesar de que la mayoría sabía del pedido de Maduro, decían: “No lo vamos a cumplir”.
A su vez, la oposición difundió una nueva convocatoria para este jueves a la tarde, que espera ser similar a la movilización del sábado pasado: marchar en familia, usando remeras blancas y velas para pedir por los presos políticos.
En Venezuela, la gente tiene temor, incertidumbre e interrogantes sobre lo que les pueda pasar a ellos, sus familiares y sobre todo con lo que pueda pasar si hablar o se oponen al gobierno.
En diálogo con este medio, una funcionaria de un ministerio muy importante en el país contó que cuando el domingo pasado fue a votar, desde el gobierno le indicaron que se tenía que sacar una selfie mostrando que votaría por Nicolás Maduro. “Si no lo hacés, te echamos”, le dijeron.
Su historia representa la de millones de venezolanos que viven del Estado y que no solo trabajan, sino que comen y que cargan sus combustibles gracias al Estado. Y ese es el temor también que tienen infundado el gobierno en millones de personas en todo el país.
Fuente: TN
