El comercio minorista de la ciudad de Santa Fe cerró noviembre con un escenario de marcada heterogeneidad y señales de estancamiento, según el relevamiento difundido por el Departamento de Investigaciones Económicas y Sociales. El estudio revela que apenas un 17,1% de los comercios encuestados informó un crecimiento de facturación superior al Índice de Precios al Consumidor (IPC), que acumuló un 31,3% interanual.
La mayoría de los negocios —el 62,9%— registró incrementos nominales muy cercanos a la inflación, lo que indica que mantuvieron sus niveles reales de actividad. En tanto, un 8,6% declaró haber facturado lo mismo que en noviembre del año pasado y el 11,4% directamente vendió menos incluso en valores corrientes, una señal preocupante en un contexto en el que la inflación se desacelera pero continúa impactando en el consumo.
El informe también incluye testimonios de comerciantes que describen un mes con menor movimiento que octubre. Entre las impresiones recogidas se destacan afirmaciones como “Noviembre no fue bueno”, “La gente cuida su bolsillo” y “Los consumidores continúan buscando las mejores promociones”. Al mismo tiempo, persiste la expectativa de una recuperación para diciembre, tradicionalmente impulsada por las fiestas de fin de año.
Los comerciantes también respondieron sobre cuál es la situación económica de la empresa en relación a noviembre de 2024, y el 38% sostuvo que es la misma, mientras que el 35% asegura que el panorama mejoró y el 26% empeoró.
Con un consumo que aún no logra repuntar de manera sostenida, el sector minorista santafesino enfrenta el desafío de atravesar la transición del año con expectativas moderadas y la mirada puesta en un diciembre que podría ofrecer un alivio temporal.
