Médicos de un hospital de Guatemala se grabaron mientras asistían un parto al que retrasaron expresamente, para que sea el primer nacimiento del año. Tras lograr la hazaña, festejan con cotillón al lado de la paciente y tratan de agarrar al bebé entre varios. La situación generó gran repudio en las redes por considerar que se trató de violencia obstétrica.
Según publicó el sitio El Intransigente, en el centro de Maternindad de Roosvelt, en Guatemala, el personal de obstetricia retrasó el parto de una mujer que estaba por dar a luz para que sea el primer nacimiento del 2019. En la filmación que circula en la web, se puede ver como el grupo de médicos y enfermeros retuvieron al bebé en el vientre materno hasta las cero horas del primero de enero de 2019, para que se convierta en el primer nacimiento del año.
En las imágenes también se observa cómo el personal del hospital invadió la sala de partos con gorros festivos mientras realizan la cuenta regresiva para para la llegada del año entrante. En medio de gritos graban el momento con sus celulares.
El video se viralizó rápidamente en redes sociales y generó el repudio de los usuarios teniendo en cuenta que no se respetó los derechos de la mujer que debió afrontar la situación en un contexto para nada adecuado.
Desde la asociación civil argentina "Dando a luz", que lucha contra la violencia y abusos que sufren las mujeres en situación de parto, repudiaron la situación: "Creemos que es necesario tenerlo en nuestro Twitter con la esperanza de que el primer nacimiento del 2020 lo asistan profesionales más evolucionados y respetuosos con las mujeres y sus bebés. Basta de violencia obstétrica".
Este video fue retirado de los links. Creemos que es necesario tenerlo en nuestro Tweeter con la esperanza de que el primer nacimiento del 2020 lo asistan profesionales más evolucionados y respetuosos con las mujeres y sus bebés. Basta de violencia obstétrica pic.twitter.com/w4035TjJw6
— Dandoaluz.org.ar (@Dandoaluz) January 2, 2019
La Organización Mundial de la Salud (OMS), define a la "violencia osbtétrica" como aquella ejercida por el personal de salud sobre el cuerpo y los procesos reproductivos de las mujeres. Para la entidad internacional un parto de este tipo no solo viola los derechos de la mujer, sino que también "amenaza sus derechos a la vida, la salud, la integridad física y la no discriminación".