El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, se reunirá este jueves en Ucrania con el secretario general de la ONU y su par de Turquía para discutir cómo aumentar las exportaciones de cereales bloqueados por la guerra y contener una peligrosa situación en una planta nuclear ocupada por tropas rusas, a casi seis meses del inicio del conflicto con Rusia.
El encuentro con el presidente Recep Tayyip Erdogan y el secretario general António Guterres se celebrará en la ciudad de Lviv, en el oeste del país, apenas horas después de que masivos bombardeos rusos dejaran al menos 11 muertos en la oriental provincia ucraniana de Jarkov, entre la noche del miércoles y este jueves por la mañana.
Ucrania dijo que los bombardeos tuvieron como blanco edificios residenciales y otros objetivos civiles, pero el Ministerio de Defensa ruso aseguró que atacó una "base temporaria de mercenarios extranjeros" en Jarkov capital y que mató a 90 de ellos.
Zelenski, Guterres y Erdogan discutirán la aplicación de acuerdos firmados por Ucrania y Rusia y mediados por Turquía y la ONU para la exportación de cereales ucranianos bloqueados por la guerra a través del mar Negro, así como "la necesidad de una solución política al conflicto", dijo esta semana el vocero de la ONU, Stephane Dujarric.
El vocero dijo que también conversarán sobre la situación en la central nuclear de Zaporiyia, que está ocupada por el Ejército ruso, al igual que la mayor parte de esa provincia del sur de Ucrania. La planta atómica, la más grande de Europa, ha sufrido bombardeos en días recientes de los que Ucrania y Rusia se acusan mutuamente.
La ONU ha advertido que las hostilidades en torno a la central podrían provocar un accidente atómico.
Dujarric dijo que Guterres tenía previsto sostener una reunión bilateral con Zelenski y visitar el viernes Odesa, uno de los tres puertos mencionados en el acuerdo de exportación de granos, antes de viajar a Turquía para visitar el Centro de Coordinación Conjunta (CCC) que supervisa el pacto, que está ubicado en la ciudad de Estambul.
Según la ONU, entre el 1 y el 15 de agosto se autorizó la salida de esos tres puertos del mar Negro de 21 buques graneleros que transportaron un total de 563.317 toneladas de materias primas agrícolas, incluidas 451.481 toneladas de maíz.
Los principales destinos de esos envíos fueron Turquía (26%), Irán (22%) y Corea del Sur (22%).
El primer navío humanitario fletado por la ONU, cargado con 23.000 toneladas de trigo, salió de Ucrania el martes pasado con destino a África, como parte del acuerdo firmado el 22 de julio en Estambul.
Ucrania y Rusia son dos de los mayores exportadores mundiales de granos, cuyos precios se han disparado desde la invasión rusa el 24 de febrero.
Según el Programa Mundial de Alimentos (PMA), 345 millones de personas en 82 países enfrentan una inseguridad alimentaria aguda -una cifra récord-, mientras que hasta 50 millones de personas en 45 países corren el riesgo de morir de hambre si no reciben ayuda humanitaria.
En Ucrania, continúan los combates y se multiplican las víctimas civiles, como en Jarkov, segunda ciudad de Ucrania, y la circundante provincia del mismo nombre, que sufrieron bombardeos la noche del miércoles y este jueves por la mañana que dejaron por lo menos 11 muertos.
Cuatro de las muertes ocurrieron este jueves, dos de ellas en Jarkov capital y dos más en Krasnograd, unos 80 kilómetros al sur de Jarkov, dijo el gobernador de la provincia, Oleg Sinegubov, en la aplicación de mensajería Telegram, informó la agencia de noticias AFP.
El alcalde de Jarkov, Igor Terekhov, dijo que al menos cinco misiles impactaron de madrugada contra distintos barrios, provocando "un incendio muy grande en un edificio administrativo".
El miércoles, el alcalde denunció "siete muertos y 17 heridos" por el impacto de un misil contra un edificio residencial, que Zelenski denunció como un "ataque despreciable y cínico".
La situación continuó tensa alrededor de la central nuclear de Zaporiyia, que, según Ucrania, volvió a ser atacada por Rusia, este vez con tanques.
Uno de esos bombardeos cayó en un edificio de almacenamiento radiactivo y otro provocó la suspensión automática de un reactor.
"Nadie podía prever que las tropas rusas dispararían contra los reactores nucleares con tanques. Fue algo sin precedentes", denunció el ministro del Interior, Denys Monastyrsky, durante una visita a Zaporiyia capital, ciudad situada a 50 kilómetros de la planta.
El Ministerio de Defensa ruso rechazó la acusación por ridícula y reiteró que Rusia no ha desplegado armas pesadas en la central.
El vocero de la cartera, Igor Konashenkov, dijo que unidades de artillería de Ucrania tienen previsto disparar contra la central para después acusar a Rusia de causar un accidente nuclear.
El portavoz dijo que todo esto formaba parte de "una ruidosa provocación" que prepara Ucrania en coincidencia con la visita de Guterres.
Fuente: Telam