La crisis cambiaria, con una devaluación del peso que ya superó el 100% y su traslado a la inflación, aceleró la renegociación de las paritarias, con el adelanto de las revisiones previstas para los próximos meses y ya sin una pauta estricta por parte del Gobierno, como venía sucediendo en la primera parte del año.
A la pérdida de poder adquisitivo ya consumada se agregarán los meses duros por delante, en palabras del propio Mauricio Macri, con el agregado de la restricción de la base monetaria, estimaciones de enfriamiento de la actividad y nueva caída de la capacidad de compra de los asalariados. La Casa Rosada promoverá una recomposición sin fijar límites concretos y antes del tiempo pautado originalmente, si hay acuerdo entre empresarios y gremios.
El Gobierno relativizó que impulsara las renegociaciones de paritarias sin techo ante la prioridad de intentar contener la inflación, aunque fuentes oficiales aseguraron que en esta etapa no habrá pauta sino que dependerá de las necesidades y posibilidades de cada rubro.
Fuente: Diario Clarín