Hubo una marcha
Familiares, amigos, vecinos e incluso productores agropecuarios marcharon el martes por la tarde hacia la puerta de la Jefatura de Policía de la Unidad Regional XV para reclamar la liberación de Jorge Rivas, acusado de dispararle con un arma a un menor en un campo que cuida, el lunes.
Cerca de las 16 horas, su esposa, quien está en silla de ruedas, tuvo que soportar angustiantes momentos y entre llantos ingresó a la Comisaría Primera, donde fue atendida por personal policial y luego, tras mucho insistir, pudo ver a su marido por unos instantes.
Una de las voces cantantes pronunció incluso: «Un hombre tan bueno como éste, tuvo un mal rato, perdió la paciencia y esto termina así, la gente buena termina detenida y los delincuentes andan como si nada».
La coincidencia con la bonhomía de Rivas la dieron vecinos, conocidos y allegados y también es cierto que ninguno eludió reconocer que ante una lesión provocada contra un tercero, hay una causa que deberá continuar su marcha. «Está bien. Pero no está en condiciones de seguir detenido, tiene más de 70 años, y está enfermo y esto le pudo pasar a cualquiera de nosotros en un campo, ya se veía venir» dijo un productor agropecuario.