La ONU desbloqueó 45 millones de dólares de ayuda de emergencia para apoyar el sistema sanitario de Afganistán, al borde del colapso, anunció este mièrcoles Martin Griffiths, vicesecretario general del organismo para Asuntos Humanitarios.
"Los medicamentos, los materiales médicos y la gasolina están agotándose en Afganistán. La cadena de frío está en riesgo. Los trabajadores sanitarios, indispensables, no están siendo pagados", explicó Griffiths en un comunicado citado por la agencia de noticias AFP.
El dinero desbloqueado irá destinado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y al fondo para la Infancia, Unicef, y debería permitir, a través de ONGs nacionales e internacionales, el funcionamiento de centros médicos como los hospitales donde se atiende a los enfermos de Covid-19, subrayó Griffiths, que se reunió recientemente en Afganistán con responsables del gobierno talibán.
Durante su visita a Kabul este martes, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, se reunió con dirigentes talibanes, personal sanitario, pacientes y con el personal del organismo sanitario en Afganistán.
"El sistema de salud afgano está al borde del colapso y a menos que se tomen medidas urgentes el país está a punto de vivir una catástrofe humanitaria", manifestó hoy a través de un comunicado el responsable."Dejar que se derrumbe el sistema de salud afgano tendría unas consecuencias desastrosas", concordó Griffiths.
Además de la crisis económica, una fuerte sequía y la pandemia, Afganistán padece una complicada situación humanitaria de desplazados causada por 20 años de intervención militar estadounidense y su posterior retirada, cuando los talibanes iniciaron una operación relámpago para volver a tomar el poder del país, algo que lograron el 15 de agosto luego de tomar Kabul.
El director general de la OMS aseguró que nueve de los 37 hospitales donde se trataban los casos de coronavirus cerraron y que todos los demás frentes de lucha contra la pandemia, como la vacuna o los test, se degradaron.
Antes de que los talibanes tomaran el control del país a mediados de agosto, unos 2,2 millones de personas se habían vacunado, pero las cifras empeoraron y hay 1,8 millones de dosis que no pudieron administrar."Hay que actuar rápido para usar estas dosis las próximas semanas", dijo Tedros.
En las últimas semanas decenas de miles de afganos huyeron del país, entre ellos personal sanitario.La situación se complicó más debido a que las mujeres que trabajaban en el sector de la salud no volvieron a sus puestos de trabajo por miedo a represalias de los nuevos dirigentes del país.
Fuente: Telam