La inflación de Santa Fe fue de 4,9% en noviembre ubicó una décima porcentual por encima de la que se registró a nivel nacional. Según informó el Instituto Provincial de Estadística y Censos (Ipec), a un mes de terminar el año el Indice de Precios al Consumidor (IPC) acumula una suba de 82,7%. Si se toma la comparación de doce meses, el incremento llega al 88,3%.
Educación (7,8%) e indumentaria (6,6%) fueron los rubros que más aumentaron el mes pasado en la provincia. En cambio, salud (4,3%), alimentos y bebidas (4%) y esparcimiento (3,8%) fueron los que menos subieron. La categoría de vivienda y servicios básicos registró subas de 5,2% y la de equipamiento y mantenimiento para el hogar, de 5,1%.
La inflación de noviembre en la provincia fue la más baja desde febrero de este año, cuando el IPC también registró una suba de 4,9%. Luego se empinó, tocó su pico en julio (7,3%) y comenzó a desacelerar sin prisa pero sin pausa. El mes pasado fue el cuarto consecutivo de desaceleración.
La evolución de cada rubro presenta algunas diferencias entre Santa Fe y la media nacional. Una notable se dio en los precios de la educación, ya que en la provincia encabezaron las subas y en la Nación fueron los que menos aumentaron (3,8%). Prendas de vestir y calzado subieron 4,5% en la medición nacional que realiza el Indec. Y en la del Ipec el incremento de indumentaria fue de 6,6%. En vivienda y servicios básicos, el aumento promedio en el país, del 8,7%, supera en 3,5 puntos el mismo indicador provincial.
El aumento del IPC nacional superó al de Santa Fe por 2,6 puntos en el acumulado de once meses y por 4,1 puntos para el de doce meses.
Entre los productos de consumo masivo, el rubro que más aumentó en la provincia durante noviembre fue la banana (26,6%) y el que más bajó fue la cebolla (-17,7%). Los precios de la carne volvieron a contribuir en forma importante para anclar la inflación en alimentos. El kilo de carne picada especial bajó 1%, según midió el Ipec. El pan francés subió 7% y la cerveza en lata 8,4%.
Cuando se analiza la evolución interanual en el desagregado de los grandes rubros que integran el Indice de Precios al Consumidor, se puede ver que el aceite aumentó 126,5% en un año, el transporte público de pasajeros 117,4% y los alquileres 82,4%.
El rubro vivienda y servicios básicos aumentó 75,4% en un año, lo mismo que el de equipamiento y mantenimiento del hogar. Al interior del primer rubro, la evolución del precio del alquiler estuvo muy por encima de la otra gran subdivisión, que involucra a las tarifas (59,5%). En el segundo rubro, mientras equipar un hogar cuesta 88,3% más que el año pasado, mantenerlo cuesta 101,9% más.
Para superar los tres dígitos de inflación en 2022, el aumento del IPC en diciembre debería ser más de diez puntos. De modo que la marca más terrible se aleja, aunque se mantiene en un nivel altísimo. El último mes del año suele ser más inflacionario.
La consultora Sarandí sostuvo que detrás de la desaceleración de la inflación registrada en noviembre “hay razones macro objetivas”, como “el renovado foco sobre la política monetaria y fiscal” y la acumulación de reservas, además de los acuerdos de precios que “hicieron su parte” para que el IPC baje a un 4,9%.