Este domingo, durante la madrugada, en la previa del clásico santafesino entre Colón y Unión, un grupo de la barra brava sabalera se reunió en la plaza del barrio El Pozo. Bebieron, y hasta discutieron entre ellos, y por esa causa dos de los presentes fueron corridos por decenas de violentos. Los que escaparon buscaron refugio en la Comisaría 25°, y los perseguidores intentaron ingresar por la fuerza. Los policías, sorprendidos por la violencia desatada, reprimieron la intentona de los violentos con balazos de goma. Pero, los perseguidores eran entre 40 y 50 personas, los que a su vez se dividieron en dos grupos y atacaron al edificio de la sede policial con piedrazos y con cascotazos que impactaron y destruyeron todos los vidrios de la aberturas de la Comisaría y también un patrullero policial. Los dos civiles que escaparon de la turba llegaron lesionados, y como consecuencia del ataque demencial y criminal contra los policías, dos de ellos resultaron lesionados.
El urgente pedido de apoyo
El superior de servicio de la Comisaría 25° de barrio El Pozo, sin perder el equilibrio emocional, operó por la frecuencia de la central de emergencias 911, y le hizo saber en cinco frases pero contundentes que necesitaba de todos los refuerzos disponibles, por la seguridad de los policías que estaban asediados dentro de la dependencia por los violentos ubicados en la parte trasera y en la parte delantera del edificio, como por los diez presos alojados dentro del penal. Un balazo impactado en uno de los vidrios de la Comisaría 25° cerró la comunicación.
Restablecimiento del Orden Público
Algunos minutos después y por la ruta nacional 168 comenzaron a llegar refuerzos de otras comisarías como la 24° de Alto Verde, la 3° de barrio Candioti y la 8° Inspectoría Zonal, desde Cuerpos lo hicieron los oficiales y suboficiales del Comando Radioeléctrico CRE, el Cuerpo Guardia de Infantería CGI y del Grupo de Operaciones Especiales GOE, que llegaron en patrullas con sirenas ululantes y balizas encendidas y que a puro balazos de goma dispersaron a una turba que estimaron entre 40 y 50 personas. Hay filmaciones de particulares desde los departamentos en altura de las torres de barrio El Pozo que dan cuenta de la magnitud del ataque criminal perpetrado contra los policías.
Los cuatro heridos
Finalmente, dos policías resultaron con heridas en distintas partes del cuerpo, y posteriormente fueron derivados al hospital Cullen, donde constataron las lesiones recibidas en la refriega con los atacantes, como también constataron las heridas en los dos hombres que buscaron en la Comisaría 25° que fue el inicio de todo el conflicto.
Elementos probatorios
Una vez restablecido el orden público, la seguridad del edificio de la Comisaría 25°, y el traslado de los heridos, los policías de Orden Público y de Cuerpos se abocaron a ubicar a testigos entre los vecinos del barrio, intentar rescatar las filmaciones que con teléfonos celulares realizaron en el vecindario, fundamentalmente los que viven en los edificios de propiedad horizontal como también las imágenes de las cámaras de videovigilancia de la zona, con intención de poder identificar a cada uno y a todos los que produjeron los daños en el edificio de la Comisaría 25°, como también hirieron a los dos policías y a los dos civiles.
Peritajes criminalísticos
Informaron la novedad sobre la ocurrencia del ataque a los policías y al edificio de la Comisaría 25° como la respuesta policial hasta el completo restablecimiento del orden público a la Jefatura de la Unidad Regional I La Capital de la Policía de Santa Fe, y éstos hicieron lo propio con el fiscal de Flagrancia en turno del Ministerio Público de la Acusación, Manuel Cecchini, que ordenó derivar las actuaciones en principio a la División Judicial de la policía capitalina, y la realización de los peritajes criminalísticos que fueron realizados durante la mañana por los agentes del área Científica de la Agencia de Investigación Criminal AIC. Además, el fiscal Cecchini ordenó, un informe sobre los dos policías y los dos civiles lesionados, la identificación de testigos, el secuestro de imágenes de cámaras de videovigilancia públicas y privadas, como de las caseras realizadas por los vecinos del barrio con miras a la identificación de cada uno y de todos los violentos que participaron del ataque criminal.