Estudiantes no la pasó bien en Santa Fe, pero sacó rédito de la oportunidad que se le presentó, se impuso con un gol de Ascacíbar, cosechó su segundo triunfo consecutivo en la Copa de la Liga y quedó como uno de los líderes de la Zona B. A Unión se le cortó una racha de 13 partidos sin caer en su cancha y de 637 minutos sin recibir goles en su estadio.
El primer tiempo fue de mayor a menor. Comenzó con mucha intensidad, pero se diluyó. El trámite se presentó muy áspero, con muchas infracciones para cortar, lo que impidió que hubiera continuidad en cuanto al juego. Y a ambos equipos les faltó fluidez. Vera pudo haber sido expulsado en el local por una dura infracción a Ascacíbar, limítrofe con la tarjeta roja. El Tatengue tuvo más posesión, aunque no encontró la forma de fabricar el espacio y recurrió mucho a los envíos aéreos. El Pincha tuvo la misma fórmula: trató de saltear líneas con envíos largos y buscó sacar rédito de cada acción de pelota parada. Así llegó al gol tras un centro de tiro libre desde la izquierda que Correa aprovechó con un preciso cabezazo, pero el delantero estaba en offside por milímetros y su grito no fue convalidado. El local amenazó con un centro desde la derecha que Mauro y Bruno Pittón no lograron definir. Y también con una pelota que Luna Diale metió al área y no pudo empujar Paz.
Estudiantes no logró progresar en el campo en el arranque del complemento. Unión se adueñó de la pelota y comenzó a arrinconarlo. El conjunto de Santa Fe merodeó el área, pero le faltaba el último toque. La más clara llegó recién a los 26’, con un bombazo de Gamba que se estrelló en el palo. El Pincha la pasaba mal, pero pegó en la única jugada que logró elaborar: Ascacíbar no perdonó y selló el gol de la victoria. El Tatengue no se rindió y reclamó penal tras una mano de Ascacíbar en el área que fue revisada en el VAR.