El Mercosur y la Comisión anunciaron un histórico acuerdo de libre comercio después de 25 años de negociacioes, pero el rechazo crece entre algunos gobiernos europeos como Francia o Italia. El presidente Javier Milei participa por primera vez en una reunión del pacto sudamericano y se reunió con líderes del bloque regional y con la jefa europea, Ursula von der Leyen.
“Hemos concluido las negociaciones para el acuerdo UE-Mercosur. Marca el comienzo de una nueva historia. Ahora espero discutirlo con los países de la UE. Este acuerdo funcionará para las personas y las empresas. Más empleos. Más opciones. Prosperidad compartida”, posteó la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en X.
Las cinco claves del acuerdo UE-Mercosur
- Las negociaciones empezaron en 1999 y el tratado busca eliminar la mayoría de los aranceles entre ambas zonas, creando un espacio de más de 700 millones de consumidores.
- Si se adoptara, permitiría que Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay exportaran a Europa carne, azúcar, arroz o miel. La UE exportaría por su parte vehículos, maquinaria o productos farmacéuticos. El acuerdo prevé cuotas de exportación de 99.000 toneladas de carne vacuna y la supresión de todos los derechos de aduana sobre 60.000 toneladas de carne importada del Mercosur.
- Tras un acuerdo “político” alcanzado en 2019, la oposición de varios países bloqueó su adopción definitiva. La expectativa es que este viernes se cierre el acuerdo técnico.
- Francia se opone al acuerdo para proteger su agricultura y presiona para que el tratado incluya las disposiciones del Acuerdo de París sobre el clima y que los compromisos adquiridos en materia climática sean vinculantes. Intenta además alinear desde hace semanas a varios países europeos para constituir una “minoría de bloqueo”.
- Si se firma un acuerdo, la Comisión Europea deberá obtener su ratificación con la aprobación de al menos 15 Estados miembros que representen un 65% de la población del bloque y una mayoría en el Parlamento Europeo.
Qué pasará con el acuerdo UE-Mercosur: la expectativa es que este viernes se cierre el acuerdo técnico.
La Comisión Europea, y no los gobiernos, según los estatutos de la UE, es la encargada de negociar acuerdos comerciales. Pero Francia e Italia se encargaron el mismo jueves de dejar claro que aunque se acuerde un texto entre las partes, el proceso de ratificación de un TLC, que sí supone la aprobación de los países, se enfrentará con un muro de resistencia.
La cuestión central es la protección del sector agropecuario, que considera que deberá competir en inferioridad de condiciones con la poderosa agroganadería del Cono Sur.
El acuerdo se había cerrado en 2019 tras más de 20 años de dilatadas conversaciones. Pero la UE pidió añadir un anexo en el que reclama más garantías a los países sudamericanos de que se atendrán al Acuerdo de París sobre el clima y a la legislación laboral internacional. Ambas cuestiones están en el texto final.
Pero más allá del optimismo que reina en el Mercosur y en la propia presidenta de la Comisión Europea, el tratado enfrenta la durísima oposición de Francia y las dudas de Italia y otros países de la UE, como Austria y los Países Bajos.
El presidente francés, Emmanuel Macron, reafirmó su postura este mismo jueves: consideró al tratado “inaceptable en su estado actual”. “Continuaremos defendiendo sin descanso nuestra soberanía agrícola”, aseguró.
En la misma línea, “el gobierno italiano considera que no se dan las condiciones para apoyar el texto actual”. Roma exige una “protección adecuada (...) para el sector agrícola”, afirmaron fuentes oficiales.
La Comisión Europea, empujada por Alemania y España, está decidida a concretar el acuerdo. Quiere aprobarlo antes de la asunción de Trump en Estados Unidos como remedio a las amenazas crecientes del presidente electo de aplicar aranceles indiscriminados.
Si se cierra el acuerdo, la UE necesitará ratificarlo a través de al menos 15 países del bloque, que representan el 65% de la población europea. Además, deberá pasar por el examen del Parlamento Europeo.
En el caso del Mercosur, cada país lo aprueba y entra en vigencia por separado.
El tratado, de concretarse, crearía la mayor zona de libre comercio del mundo con 700 millones de consumidores y un PBI combinado de 21,3 billones de dólares.
Fuente: TN