Este miércoles cuando promediaba la tarde, los oficiales y suboficiales de la Comisaría 7° ubicada en el extremo noroeste de la ciudad de Santa Fe, escucharon numerosas deflagraciones de disparos de arma de fuego en la vía pública.
Dos oficiales que estaban en la guardia, salieron a la calle y fueron hasta el lugar en uno de los patrulleros. Al llegar a calle Ex Combatientes de Malvinas y vieron cuando un hombre armado arriba de una motocicleta y ante la presencia policial, escapó hacia el oeste a toda velocidad.
Se inició una persecución a la que se sumaron otros dos oficiales del Comando Radioeléctrico capitalino, y finalmente cuando el desconocido ingresó dentro de una vivienda ubicada en la misma calle a la altura del 7.000, fue perseguido y atrapado. Le secuestraron un arma de guerra cargada, y 15 balas en total.
Persecución y aprehensión
Los policías de Orden Público y de Cuerpos que persiguieron al delincuente, ingresaron corriendo al pasillo lateral de una vivienda hasta que finalmente lograron aprehender, y luego de neutralizarlo le secuestraron un revólver calibre 38 cargado con dos balas y tres cápsulas servidas, y otras 13 balas intactas en el bolsillo del pantalón.
También incautaron la motocicleta en la que se movilizaba que luego fue sometida a peritajes para constatar si cuenta con pedido de secuestro por robo. El delincuente, identificado como F. T. J. de 24 años, fue sacado delante de los vecinos de populosa barriada, los que se convirtieron en involuntarios testigos del procedimiento policial.
Delitos imputados
Informaron la novedad sobre la aprehensión del delincuente, el secuestro del arma de guerra cargada, las balas y la motocicleta, a la Jefatura de la Unidad Regional I La Capital de la Policía de Santa Fe, y éstos hicieron lo propio con el fiscal de Flagrancia en turno del Ministerio Público de la Acusación, que ordenó que el hombre aprehendido siguiera privado de su libertad, que sea identificado, y que se le forme causa como presunto autor del delito de portación indebida de arma de fuego y municiones de guerra.
Por Juan Trento