El Centro de Estudios de la Bolsa de Comercio de Santa Fe (BCSF) presentó un informe sobre la situación fiscal del sector agropecuario en el centro norte de la provincia. Según el relevamiento, un productor promedio soporta una carga impositiva del 43,7% de sus ingresos, cifra que asciende al 56,9% al computar los derechos de exportación vigentes, a pesar de la reciente reducción parcial de alícuotas.
El estudio toma como referencia un productor con 300 hectáreas sembradas con girasol, maíz de primera y soja de primera, con rendimientos promedios de la campaña 2024/25. Los costos contemplados incluyen semillas, agroquímicos, fertilizantes, cosecha, seguro, arrendamiento y comercialización.
En términos de recaudación, el informe destaca que el 56% de la presión impositiva se destina al Gobierno Nacional, un 38% a la Provincia de Santa Fe y el 6% restante a municipios y comunas.
Entre los tributos que más impactan en la rentabilidad se encuentran el Impuesto a las Ganancias (35%), el IVA irrecuperable por la diferencia de alícuotas, el Impuesto a los débitos y créditos bancarios, el Impuesto Inmobiliario Rural, tasas municipales y, principalmente, los derechos de exportación que recaen sobre la soja, el maíz y el girasol.
En números concretos, el reporte estima ingresos brutos por 3.202 dólares por hectárea, con costos de producción que ascienden a 1.550 dólares por hectárea. Tras descontar la presión fiscal, el beneficio neto se reduce a menos de la mitad.
“El análisis refleja la significativa incidencia de la carga tributaria en la estructura de costos de los productores agropecuarios del centro norte santafesino, condicionando su competitividad y rentabilidad”, señala el informe elaborado por el Centro de Estudios de la BCSF.
