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Una joven de Alberti busca su familia en Coronda

26 de septiembre de 2019


Jorgelina Scaparra es una mujer bonaerense como hay millones, pero que tiene una historia que la une con Coronda y necesita del otro lado, una respuesta, un dato que le permita saber sus orígenes nada más y nada menos ya que, como mucha gente, y cada vez más, sabemos que fue adoptada.

Jorgelina vive en Alberti, una localidad ubicada a 30 kilómetros de Chivilcoy y algo más de 130 de Capital Federal, hacia el centro norte de la provincia de Buenos Aires. “Yo me entero que soy adoptada cuando tengo 8 años, yo no sé si es legal o ilegal la adopción, después me entero que sí es ilegítima. A mis 30 años mi papá me va contando y me dijo que un señor Raúl Marenzi con Oscar Tejeiro me buscaron en una estancia, en Moquehuá, y me trajeron a Alberti. Ellos eran empleados de la estancia Las Marías y daban en adopción a un bebé, que era yo”. Sobre la ilegitimidad de las actas, la mujer contó que “es que tengo en el acta el nombre y apellido de mis padres adoptivos, en la libreta sanitaria como si hubiera nacido  de mi mamá adoptiva, en la fe de bautismo están ellos. Soy clase 1980” dijo Scaparra.

¿Cuál es su relación con Coronda? “Mi papá me cuenta en 2010 que después de que ellos me trajeron a Alberti, fue a buscar a los empleados de la estancia de Moquehuá y los llevó a Coronda a mis padres biológicos en su camioneta. No me dieron ninguna explicación más. No sé si había algún trato pero mi papá adoptivo los hizo llevar a Coronda”. Jorgelina indicó que “estoy buscando a los dos, no tengo nombres, no tengo apellidos, no tengo sobrenombres. Sólo que habría un posible hermano de 3 años, hoy de unos 42.

Yo me enteré que era adoptada a los 8 años, pero siempre fui buscando de a poco información, después mi padre adoptivo me dijo lo poco que sé”.

Consultada sobre qué pudieron averiguar, tanto ella como su marido, Scaparra contó que “nosotros fuimos a la estancia de Moquehuá donde estaban mis padres biológicos de empleados pero nos amenazó la dueña de la estancia y dijo que no teníamos testigos para molestarla. Nosotros tenemos todas las actas y están blanqueados mis papás adoptivos pero mis padres biológicos no figuran en ningún lado” y agregó que pensamos que “Mariela Lazagabaster nos podía ayudar, la vendieron a la estancia, ella está en un geriátrico. A veces está lúcida pero cuando le preguntamos por mis padres no quiere hablar. Nosotros llegamos a muchas personas, pero en un punto nadie sabe nombre y apellido, nadie sabe nada. Los que empleaban a la gente en la estancia, era gente mala, y se quedaban poco los trabajadores. No creo que los hayan registrado. En ese tiempo eran dos hermanos Lazagabaster los que estaban ahí, pero ambos murieron”.

¿Qué pensar de la historia de uno mismo cuando no se tiene noción de cómo fueron las cosas? “Tengo muchas hipótesis, hace tanto que vengo imaginando… puede ser que sea un dueño de la estancia que haya tenido un hijo extramatrimonial, pueden ser tantas cosas”.

Publicamos adjunto a esta información, fotos de Jorgelina en distintas etapas de su vida, lógicamente hay una que es actual. No hay nombres, no hay apellidos pero puede haber rostros parecidos o personas que en Coronda hayan estado esperando una respuesta de la vida durante casi 40 años… o que sepan algo. Esperemos que así sea y que los dos extremos se unan para cerrar una historia injusta. Si bien usted que está leyendo y tiene la piel de gallina aguardará que haya encuentro, también es verdad que podrían haber fallecido, pero de todas maneras esperamos que Jorgelina pueda tener su verdad, y si es con mamá y papá de regalo, mejor todavía. Tan mayores no deberían ser… así que nos llenamos de ilusiones y de esperanzas para que Coronda ayude a reencontrar a esta mujer con sus orígenes, nada más y nada menos.