Estados Unidos sobrepasó los 400.000 infectados por el brote de coronavirus, que tiene prácticamente paralizado al país, mientras la Casa Blanca advirtió que podría haber una segunda ola de contagios si no se respetan las medidas de aislamiento.
Con 401.166 casos, Estados Unidos es el epicentro global de la Covid-19, que ya causó un total de 12.936 muertes en el país, según datos de la universidad norteamericana Johns Hopkins.
Pese a la expansión acelerada de la enfermedad y a que la Casa Blanca dijo que espera por lo menos 100.000 muertos en el país por la pandemia, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, rechazó declarar una cuarentena nacional y delegó esa decisión en los gobernadores de cada estado.
La crisis sanitaria ya se cobró 701.000 puestos de trabajo por la caída de la actividad económica, que ha disparado el desempleo a 4,4%, el peor índice desde la última crisis financiera en 2008.
Para paliar esta situación, el Congreso de Estados Unidos analizaba un paquete de asistencia adicional para contener el impacto económico del coronavirus, apenas días después de la entrado en vigor del mayor estímulo fiscal de la historia de 2 billones de dólares.
La nueva ayuda, con más fondos destinados a las pyme y a los gobiernos locales y estatales, ascendería a 500 millones de dólares, según señalaron la presidenta de la cámara baja, la demócrata Nancy Pelosi, y Chuck Schumer, el líder de la minoría opositora en el Senado.
En tanto, la Casa Blanca instó de nuevo a la población a respetar las medidas de distanciamiento social y aislamiento para evitar una segunda ola de contagios en las próximas semanas.
"Si la gente vuelve a salir, a interactuar socialmente, podremos ver una segunda ola de contagios muy fuerte muy pronto", alertó la doctora Deborah Birx, miembro del equipo nacional de respuesta a la Covid-19, en una entrevista con la cadena NBC.
La especialista se mostró esperanzada en que el país tenga menos muertes por el brote que las 100.000 a 240.000 proyectadas por el gobierno, pero insistió en que para ello era "realmente importante" cumplir con las recomendaciones al menos durante un mes.
Nueva York
La situación es particularmente crítica en la ciudad de Nueva York, epicentro nacional de la pandemia, donde más de 3.500 personas fallecieron por la enfermedad, que ha golpeado con fuerza a las minorías.
El alcalde de la ciudad, el demócrata Bill de Blasio, reconoció una "clara desigualdad" en cómo la pandemia está afectando a las diferentes comunidades, en especial a los latinos.
Según los primeros datos preliminares difundidos por el intendente, 34% de los neoyorquinos muertos eran latinos -que a su vez representan el 29% de la población local-, 28% eran afroamericanos -22% del total de habitantes-, 27% blancos -32% de la población local-, y 7% asiáticos -14% del total de habitantes-.
Estas cifras parciales sobre los decesos, al igual que las del parte oficial, no incluyen a cientos de personas que murieron por el coronavirus en sus casas, según recordó hoy De Blasio a la cadena Fox 5.
La pandemia también ha tocado con fuerza a los militares estadounidenses, con casi 2.000 contagios confirmados por el Pentágono, en su mayoría en la Marina, que registró más de 500 casos.
La cifra había superado el millar de infectados el último fin de semana, mientras que la semana anterior se situaba en 771 positivos.
Fuente: Telam