La crisis económica y política del Gobierno convirtió al paro convocado por la CGT para el 25 de septiembre en un hito del futuro lejano. Es por eso que, según Ámbito Financiero, la conducción de la central aclaró que la medida de fuerza podría adelantarse, ampliarse o cambiar de acuerdo a los anuncios de Mauricio Macri previstos para este lunes.
Los gremios tradicionales oscilaban a última hora entre la incertidumbre por el contenido de las nuevas medidas y el malestar por la casi segura degradación del Ministerio de Trabajo al rango de secretaría de Estado, y la consecuente baja de Jorge Triaca de nivel en la estructura.
La conducción formal de la CGT sesionará el L20 en Mendoza (capítulo gremial del G-20) y los sectores disidentes, con Hugo Moyano a la cabeza, harán lo propio en una reunión reducida en el sindicato de mecánicos (Smata).
En todos los casos había una preocupación máxima respecto del impacto en la economía real de la devaluación del peso y por la ampliación del ajuste fiscal que se propone el Ejecutivo. Pero también un enojo desbordante por la conversión de la cartera laboral en un área fusionada con Producción y probablemente con menor rango, bajo la jefatura de Dante Sica.
"Pareciera que el 25 de septiembre está lejísimos y todo depende de los que nos gobiernan. Hay una falta total de confianza y no podemos descartar nada. Todo es posible", advirtió Acuña sobre la posibilidad de reformular el cuarto paro nacional dispuesto por la CGT durante la gestión de Cambiemos.
La huelga había sido lanzada la semana pasada por un plenario de secretarios generales de la CGT y debía ser refrendada por el Consejo Directivo, una instancia en la que podrán insertarse modificaciones si la coyuntura lo impone.